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Alcaraz aprueba con nota su primer examen en Nueva York

El jugador murciano se impuso 6-4, 7-5 y 6-4 al estadounidense Reilly Opelka, y accede a la segunda ronda del US Open. Su nuevo corte de pelo, rapado, entre lo más comentado en el mundo del tenis.

GREGORIO LEÓN
25 AGO 2025 - 23:29
Alcaraz
Carlos Alcaraz, celebrando un punto. Foto: ATP Tour

GREGORIO LEÓN

Sigue siendo un chico bueno, pero se le ha encanallado la mirada. Carlos Alcaraz apareció en Flushing Meadows con un rapado a lo David Beckham. El autor ha sido su hermano Álvaro, que agarró la máquina de cortar pelo y apuró hasta el cero. Solo le faltaba el uniforme para hacerse pasar por un marine estadounidense. Pero no. Vestía de púrpura, haciendo juego con sus zapatillas, y luciendo bíceps. Y así, con ese nuevo look, el tenista murciano se presentó en la pista central del US Open para acometer una tarea cualquier cosa menos sencilla. Reilly Opelka, con sus doscientos once centímetros y un lanzamisiles en la mano derecha no es el enemigo deseado para una primera cita, cuando ni siquiera sabes qué reacciones generará tu nuevo corte o el efecto que te producirá cuando te vuelvas a mirar al espejo. Pero la joya de Murcia superó el examen con una nota muy alta. Y lo hizo gracias a una extraordinaria lectura de lo que demandaba el partido, prescindiendo de filigranas y barroquismos, centrando todo su esfuerzo en hacerse grande al servicio y defenderse cambiando posiciones al resto de los ataques virulentos del enemigo. Opelka mide 2,11. Pero el gigante es Alcaraz.  

Se fue al asiento Carlos Alcaraz sin poder disimular una sonrisa cuando cerró el primer set. Tenía motivos. Su juego al servicio fue impecable, como pocas veces se le ha visto. Pleno de puntos conseguidos sirviendo, veinte de veinte, sin dar opción alguna a Opelka, que veía que los turnos de saque del murciano duraban apenas un minuto. Los suyos se dilataban, a cuatro, cinco minutos, porque alternaba aces con dobles faltas. Y al menor resquicio Carlitos había aprovechado para hacer una rotura y ponerse 2-3 por delante. 

El segundo capítulo trajo nuevas dificultades. Alcaraz no podía mantener la excelencia al saque, y hubo de salvar hasta dos bolas de break. Opelka no solo lanzaba zambombazos. También se ponía peligroso en la red. Pero siete puntos consecutivos del murciano le colocaron en inmejorable disposición para hacer suya la manga, al servicio. 

Amenazó con un quiebre el larguirucho estadounidense en el arranque del tercer set. Pero Alcaraz escapaba de todas las celadas. Y fue amasando con paciencia el break, que llegó tras una doble falta de Opelka. Y el jugador murciano cerró la faena valiéndose de su servicio. Un paralelo convertido en winner para darle su primera victoria en Nueva York. 

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