Los dos tenistas caen ante Draper y Pegula por 4-2 y 4-2 en el partido de dobles mixto en la jornada de apertura del US Open.
GREGORIO LEÓN
Era un partido de competición, con un título oficial en el horizonte. Pero Carlos Alcaraz venía de ganar en Cincinnati y la ocasión era propicia para disfrutar junto a Emma Raducanu en este nuevo espectáculo puesto en marcha por el US Open. Y todo fue intercambio de sonrisas, de complicidad y de buenos golpes. Sin estrés. Solo por el placer de pasarlo bien. Y enfrente se encontraron con dos tenistas con más sincronía, Jack Draper y Jessica Pegula, que hicieron pronto un break que ya fueron arrastrando Carlitos y la británica durante todo el set. Todo iba a gran velocidad. Las mangas, concebidas a cuatro juegos, sin ventaja. Y en un pispás Draper y Pegula se vieron también por delante en el segundo capítulo. Y a pesar de algunos puntos 'marca Carlos Alcaraz', del talento de Raducanu, la victoria fue imposible.
No hay drama ni dolor. Alcaraz ya ha tomado contacto con la pista Arthur Ashe, donde se coronó en 2022. Ahora tiene la misma idea, ya muy cerca de Jannik Sinner en el ranking ATP. El cuadro individual arranca el domingo.