Alcaraz llega a Bolonia con dudas

GREGORIO LEÓN

Ni siquiera Carlos Alcaraz puede ganar todo. Hasta él, tan fiable en las finales, a veces se ve obligado a desempeñar el papel de espectador del momento en el que otro jugador es glorificado. Le ocurrió el domingo a Jannik Sinner, que se coronó campeón de la Copa de Maestros, por segunda vez consecutiva. Pero el análisis que hace Alcaraz de este cita de Turín es alentador. En indoor sus resultados eran variados, y en esta edición de 2025 ha elevado su nivel, a tal punto de discutirle el triunfo al italiano. Si hubiera aprovechado la bola de set que tuvo en el capítulo inicial, igual el desenlace hubiera sido otro. Pero eso ya entra en el terreno de la elucubración. Queda fuera de cualquier fantasía que Alcaraz es el número 1 del mundo, y que está firmando su mejor temporada. La quiere cerrar a lo grande, ayudando a España a ganar la Davis. Junto a él, Jaume Munar, Pablo Carreño, Pedro Martínez y Marcel Granollers.

El jugador de El Palmar llegó en la tarde de este lunes a la ciudad de Bolonia. El Unipol Arena será escenario de la final a ocho, a partir de este jueves. Y ya aparece una montaña muy elevada para España, la República Checa, en cuartos de final. Argentina o Alemania esperarían en semifinales. Carlos Alcaraz se quejó de unas molestias en el muslo derecho, que requirió primero la atención del fisioterapeuta del torneo de maestros y luego un vendaje. Según ha informado Cope, sufre un edema muscular en el músculo isquiotibial del muslo derecho, y es duda para la Davis. Descansará este martes y se probará el miércoles. "Si juega, tiene riesgo de romperse", asegura el citado medio de comunicación. De momento ha sido recibido con todo el calor y todos los honores por el resto del equipo, empezando por el capitán David Ferrer, que cruza los dedos para que los músculos del genio de El Palmar respondan plenamente.