Alejandro Arribas ha convocado rueda de prensa para este jueves. Duino y Arrisanz todavía no se han puesto de acuerdo para cerrar la transición ordenada que se inició en julio.
GREGORIO LEÓN
Desde hacía tiempo Alejandro Arribas venía dándole vueltas a la cabeza, cavilando. Se siente incómodo delante de los micrófonos, y mucho más en su nueva condición de directivo. Pero desde su presentación formal han pasado demasiadas semanas, y ha entendido que llegaba el momento de dar la cara ante los medios de comunicación y explicar en qué punto se encuentra la compra-venta del Cartagena, cuál es la fotografía actual. A día de hoy, martes, la operación está inconclusa. Las dos partes, Duino Inversiones y Arrisanz, llevan negociando intensamente desde hace más de un mes para redactar un nuevo contrato que sustituya al primero que firmaron allá por el mes de julio, y que recogía un calendario de pagos que llegaba a enero de 2027, fecha en la que Alejandro Arribas ostentaría el 100 por 100 de las acciones en manos de Fernando Carreño como administrador de la sociedad propietaria del Cartagena.
El pasado 18 de septiembre ya Onda Regional informó en exclusiva de los avances sensibles que se habían producido en el proceso negociador. Pero ahí quedaron. Discrepancias en la nueva redacción del contrato han hecho que, en este momento, siga sin completarse. Duino Inversiones ha querido incluir puntos con extras económicos futuros en caso de ascenso del equipo o venta futura, inaceptadas por la parte compradora. La aparición de una deuda desconocida por Arribas de Hacienda de 500.000 euros, que nace en el mes de mayo, antes de que siquiera pudiera pensar en adquirir el Cartagena, también ha sido un elemento de discusión. Las dos partes han trabajado durante los últimos días para orillar diferencias, sin que haya sido posible consensuar definitivamente un contrato final.
El contenido y alcance de la rueda de prensa de este jueves, convocada no por el Cartagena, sino directamente por Alejandro Arribas, puede variar en función de si el contrato de compra-venta es asumido o no por los dos actores. Si hay acuerdo, Arribas aparecerá como nuevo propietario del club. Si no lo hay, lo hará con una minoría del 33 por 100 de acciones, el derecho que le corresponde después de hacer un pago que se eleva a los dos millones de euros. Francisco Belmonte quiere marcharse. Pero, a pesar de que ha actuado de facto como propietario del Cartagena desde 2015, solo posee el 15 por 100 de Duino. El otro 85 por 100 restante está en poder de Fernando Carreño, amigo de Felipe Moreno.
