El piloto de San Javier ganó hace días la carrera de Superbikes del Campeonato de España. Además, es probador mundialista con HRC. En 2023 corrió el Mundial de Moto2: "Lo hice bien, pero no me dieron tiempo a adaptarme"
La Región de Murcia vive un momento histórico con su motociclismo. Con dos pilotos en MotoGP (Pedro Acosta y Fermín Aldeguer), otros dos en Moto3 (Álvaro Carpe y Máximo Quiles) y una dupla en Superbikes, con Ana Carrasco (SuperSport) y Juanfran Risueño (SuperSport300). Sin embargo, un séptimo llama a la puerta: Borja Gómez. El de San Javier ya sabe lo que es participar en el Mundial de Moto2, lo hizo en 2023, y actualmente es claro candidato a ganar el Campeonato de España de Superbikes, en su máxima categoría, al tiempo que lo compatibiliza con sus funciones como probador de la escudería mundialista HRC. "Estoy con Honda en España, correré el Europeo y también me desempeño como sustituto. Es difícil, pero poniendo ganas y trabajo... si hago una buena temporada seguro que llegará la oportunidad. Ojalá se dé el año que viene. Llegará el día que tenga una moto oficial. Nuestro sueño es estar en el Mundial, pero entiendo que es difícil. Hay que tener madurez, sabiendo que las cosas no salen como uno quiere".
De momento ha dejado detalles interesantes en los dos primeros test del Mundial de Superbikes y en el Campeonato de España fue sexto, cuando iba líder y se fue al suelo, y después ganó la segunda carrera: "Ha sido una pretemporada bastante dura, con mucho trabajo y se nota cuando lo haces bien y lo tienes claro. Tuve dos test del Mundial con HRC y ese es uno de los sueños de un piloto. Ya en el nacional, el resultado no ha sido perfecto, pero el rendimiento sí que ha sido muy bueno. Con más cabeza y siendo más inteligente, gané la carrera. Y estoy peleando por el campeonato".
Borja recuerda cómo fue su salto a Moto2, "había ganado el Nacional de SuperSport de 2021 y en 2022 pasé a la máxima categoría. Gané siete de las últimas ocho carreras en Superbikes y como hubo una baja en Moto2 me llamaron. Sorprendí a la gente y a mí mismo. Lo hice súper bien en Malasia y en Valencia, donde rematé el año siendo duodécimo". Sin embargo, la temporada se tornó negra cuando desde Fantic decidieron bajarle de la moto para darle la oportunidad a Casadei en pleno campeonato: "Sé que con más tiempo y experiencia las cosas habrían cambiado bastante. No tuve tiempo para adaptarme, no pasé por el Europeo de Moto2. No conocía los circuitos y aún así creo que lo hice bien. Sigo trabajando y buscando nuevos retos".
Ahora, confía en que vuelva a abrirse esa puerta, o la del Mundial de Superbikes: "La oportunidad que me salga la aprovecharé al máximo. Si vuelvo a tenerla, intentaré cogerla, como también me ocurre con el Mundial de Superbikes, que es una moto que se adapta mucho a mí. No me cierro la puerta". Respecto al nivel de sus paisanos, Borja resalta que "últimamente, la Región de Murcia está de moda, en todo el deporte en general, pero me enorgullece ver los pilotos que están saliendo. Hay mucho nivel aquí y quiero desearle suerte a todos para pelear por títulos".