La dirección deportiva inicia ya esta semana negociaciones para buscar salida a algunos futbolistas. Dani Aquino y Hugo Álvarez, considerados piezas estructurales e intocables
GREGORIO LEÓN
El Real Murcia, después de los excesos económicos del verano, regresa a la economía de guerra. Pedro Cordero ha recibido el mandato expreso del Consejo de Administración de reducir la masa salarial de una plantilla con sueldos inflados, incoherentes para la Segunda División "B". La barra libre de Víctor Gálvez da paso a la tijera. Y al nuevo director deportivo no le va a temblar el pulso para acometer un trabajo complejo e impopular.
Cordero ya tiene sedimentada una opinión sólida sobre la plantilla actual del club. Y, de acuerdo con el entrenador, ha trazado una línea roja que se resiste a cruzar. De esa manera, Dani Aquino es considerado jugador estructural, y por tanto, intocable. Aunque tenga la ficha más elevada de toda la plantilla (140.000 euros) y el futbolista se deje querer, enseñando un pie a posibles compradores ("estoy en casa, pero tengo que pensar en mi familia, llevamos varios meses sin cobrar"), en el Murcia tiene claro que Aquino es viga maestra del proyecto. Quitarla sería un error en términos deportivos. Un mal negocio. En esa lista de jugadores considerados esenciales están también Hugo Álvarez y Sergio Maestre, igualmente catalogados de estructurales.
El club no tiene noticias directas de clubes que quieran llevarse a Dani Aquino, aunque sabe que su producción y sus goles no pasan inadvertidos en una Segunda División "B" donde hay pocos jugadores como él. Otra cosa es que pueda acceder al siguiente peldaño: la Segunda y el fútbol profesional.
Por contra, en la plataforma de salida se colocan tres futbolistas: Héber Pena, Jesús Alfaro y Forniés, por razones distintas, pero a juicio del club con suficiente peso para considerar una solución que convenga a las dos partes. El contrato de Alfaro (135.000 euros) se considera prohibitivo e incompatible con los nuevos parámetros económicos de la entidad. Es verdad que Dani Aquino se mueve en esa línea salarial, pero su contribución ha sido muy otra, más elevada que el del jugador andaluz, que escuchó pitos en el último partido en Nueva Condomina. Héber Pena no tiene un contrato alto (50.000 euros), pero de tener un papel protagónico ha pasado a disputar minutos residuales. El Ibiza lo quiere. Y también el Castellón. Parece lógico que el Murcia y él separen sus caminos. El caso de Forniés es particular. Tiene contrato de 65.000 euros más primas individuales, pero Manolo Herrero le ve virtudes, pero también defectos. Por eso le ha dado el dorsal de lateral izquierdo últimamente a Nahuel. Si saliera Forniés, Redru aparece como una opción viable. Está cedido por el Betis y juega en el Elche. El planteamiento de este cambio de cromos no es en absoluto descabellado.
Este es el esquema inicial de Pedro Cordero, consensuado con el entrenador, pero los dos son conscientes de que se puede modificar, de acuerdo a posibilidades que hoy niega el mercado y que se abran, o por contra, de vías cegadas hoy que se abran más adelante. Nada tan volátil y voluble como este mercado de invierno.