Alejandro Gómez, director general del club, cenó con él este lunes, antes de su marcha a Estados Unidos, para jugar en Denver Nuggets
GREGORIO LEÓN
Su madre María Elena Avedano lo llevó al polideportivo de Córdoba. El chaval tenía 10 años y le habían diagnosticado "síndrome hiperquinético". No se centraba en ninguna tarea. Y el deporte podía ser un buen plan de choque. Apuntó a su hijo en el equipo de baloncesto. Como pudo inscribirlo en cualquier otro. Pero su capacidad atlética y espíritu ganador le valió enseguida el apodo de "la bomba atómica". La misma bomba que disfrutaron los aficionados del UCAM CB Murcia 15 años después, durante dos temporadas.
Ahora Campazzo se va a la NBA, enrolando en los Denver Nuggets. Tendrá que robarle minutos a Jamal Murray y a Monte Morris. Pero no se arredra ante eso. A sus 29 años, con su 1'79 de altura, también quiere dejar su sello. Como lo hizo en el modesto polideportivo de su Córdoba natal, en el Real Madrid y en Murcia.
Alejandro Gómez, director general del UCAM CB Murcia, cenó con el jugador este lunes. Y a través de él, Campazzo lanzó un mensaje de despedida al dueño del club, José Luis Mendoza, y también a todos los aficionados y peñistas.