Hasta cinco jugadores del Real Murcia han participado en los Juegos Olímpicos. El primero, Pedro Valentín Mora, en México 1968.
GREGORIO LEÓN
Pedro Valentín Mora, aparte de tener fuerza simbólica para el Barcelona, compañero de vestuario de Cruyff, dejó buenos recuerdos en el Real Murcia. En la década de los 80 consiguió un ascenso a la Primera División. Aún hoy es posible encontrar, en ese mercadillo inacabarcable de internet, sus cromos a la venta. Y el catalán tiene el honor de haber sido el primer futbolista de la historia del club grana que disputó unos Juegos Olímpicos. Hay que rebobinar la historia para detenerla en 1968, en México. Pero no fue el único.
El marroquí Timoumi llegó al Real Murcia en 1986, después de haber dejado su firma con la selección de Marruecos en los Juegos de Los Ángeles.
Mikel Lasa fue campeón olímpico en Barcelona 92. El Real Murcia fue uno de los equipos que verían su fútbol, una década después. Y sus lazos con la Región crecieron, al saltar después al Ciudad de Murcia promovido por Quique Pina.
Otro ejemplo fue ejemplo fue Sietes. El futbolista asturiano, que vistió la camiseta del Murcia una temporada, estuvo en las Olimpiadas de Atlanta 1996.
Y el último jugador del Real Murcia que vivió unos Juegos Olímpicos fue Nico Medina. El argentino, fichado en aquellos años de pleno poder de Jesús Samper y su hermano Juan Antonio, llegó a tocar el cielo, conquistando la medalla de oro en Atenas 2004. Luego lo incorporó el Murcia.
Rafa Mir es uno de los delanteros de moda en la actualidad. Pero nunca fue grana. Igual que Alberto Botía, también olímpico. Sí lo fue Jorge Comas, hermano de Juan Ramón Comas, atacante del Real Murcia en la década de los 90, formando una pareja inolvidable con Dani Aquino.