El murciano intentará colocarse entre los mejores 16 tenistas del mundo para ser cabeza de serie en el torneo de París. Ha renunciado a Acapulco para estar a tope en la Copa Davis.
GREGORIO LEÓN
Carlos Alcaraz seduce en arcilla. Que le pregunten a Schwartzman. "El Peque" tuvo que claudicar ante el juego desplegado por el tenista murciano en el Jockey Club de Río de Janeiro. Lo mismo que Matteo Berrettini. Da igual la envergadura o experiencia del oponente. El murciano ha apretado a fondo el acelerador en este año 2022. Y su progresión hace vislumbrar que pueda mejorar el puesto que esta semana ocupa en el ranking mundial. Ya ubicado entre los veinte mejores, Indian Wells y Miami pueden hacerle avanzar más posiciones. Y si entra en el top-16, algo factible, se ganaría el derecho a ser cabeza de serie en Roland Garros. Ahí apunta ya el murciano.
El año pasado, después de superar dos rondas, hubo de rendirse ante el alemán Jan Lennard Struff, en tercera. Pero las expectativas en este curso son mucho más elevadas. Y su madurez tenística, también.
A París Carlos Alcaraz llegará con 19 años recién cumplidos. Y de nuevo aparecen los paralelismos con un mito de este deporte: Rafa Nadal. El balear ganó con esa edad Roland Garros.
Desde su entorno, las llamadas a la prudencia son constantes. A pesar de los elogios y el confeti, del chorro de piropos que llega desde todos los rincones del mundo, no quieren que Carlos Alcaraz se distraiga. Ahora quiere recuperarse plenamente de sus molestias en el codo, que le han impedido acudir a Acapulco, para entregar su tenis a España en la eliminatoria de la Copa Davis, a celebrar en marzo.
