El tenista murciano juega hoy contra el británico Jack Draper (no antes de las 19 horas, Movistar)
GREGORIO LEÓN
La gestión de ser el número 1 nunca es fácil. Todos los focos y cámaras se giran, apuntándote. Y Carlos Alcaraz no es una excepción. A la fiesta en Nueva York siguió una eliminación anticipada fuera de guion, en Astana. Pero el murciano, ya con pilas cargadas, quiere esta semana en Basilea, en la tierra de su admirado Roger Federer, mostrar por qué ha llegado a la cumbre antes que nadie. El miércoles pasado, aprovechando que el Real Madrid jugaba cerca de Villena, se acercó al Martínez Valero para verlo ante el Elche. Fue la gran atracción del palco del estadio, superando a figuras icónicas como Emilio Butragueño o Roberto Carlos. Luego bajó al vestuario blanco. Una de las fotos más reproducidas, la suya con el flamante Balón de Oro, Karim Benzema. Dos números uno.
Este lunes vivirá un partido inédito frente a Jack Draper, casi tan joven como él (20 años) y ubicado en el puesto 45 del ránking mundial. La cita será no antes de las siete de la tarde, emitida por Movistar.
Si no se extravía en el camino, podría repetirse la final del US Open, ante Casper Ruud. Ambos han entrenado juntos en las pistas de este ATP 500, que tiene una dotación de dos millones de euros.