El histórico jugador del Cartagena es partidario de atar al entrenador del equipo. Mariano Sánchez lamenta que el conflicto bélico desatado afecte a equipos rusos y ucranianos que se han concentrado en Pinatar Arena.
GREGORIO LEÓN
Pocos pueden hablar con la auctoritas que desprende Mariano Sánchez. Desde su atalaya de jugador legendario de la historia del Cartagena, actor de partidos memorables con la camiseta blanca y negra a rayas verticales, el de San Pedro del Pinatar tiene plena legitimidad y perspectiva para analizar la envidiable situación del equipo hoy presidido por Francisco Belmonte. Ubicado en la séptima plaza, bordeando puestos de 'play off' de ascenso a Primera División, este ejercicio tiene puntos de concomitancia con la campaña 2009/10, en la que el equipo hizo abrigar sueños a sus aficionados. Con un fútbol bien trenzado, dirigido en el banquillo por Juan Ignacio Martínez y desde los despachos por David Buitrago, alcanzó el quinto puesto, registro todavía no superado en la historia del Cartagena. Solo la Real Sociedad, el Hércules, el Levante y el Betis quedaron por delante de los cartageneros, propulsados por la excelsa calidad de jugadores prémium como Toché, Víctor, De Lucas, Cygan o el propio Mariano Sánchez.
Las horas del día se le van en acometer las múltiples tareas que le exige ser presidente de Pinatar Arena. Pero no se pierde un partido del equipo blanquinegro. También él quedó asombrado de la exhibición que ofreció ante el Eibar, reducido a la nada por un Cartagena huracanado. Mariano Sánchez se moja, pronunciándose sobre Luis Carrión.
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