El equipo cartagenero, que firmó un gran encuentro, queda eliminado en los cuartos de final de la Copa de España. El Barcelona fue muy efectivo. Motta anotó el único gol del Jimbee, en el último minuto.
GREGORIO LEÓN
El Barcelona aplicó al Jimbee su ley. Sin hacer el mejor fútbol sala, desbordado muchos minutos por los cartageneros, acabó atrapando la victoria. Le bastó su pegada. La que tantas veces ha desplegado para levantar un título detrás de otro. El Jimbee se va de la Copa con todos los honores.
Con seriedad. Con disciplina. Con un fútbol sala bien estructurado, el Jimbee dejó sin volumen a un Barcelona que fue inferior. Solano alborotó la defensa azulgrana en cada una de sus apariciones, con un Lucao chisposo y la mejor versión de Marinovic, Bebe y Jesús Izquierdo. Es cierto que Chemi también tuvo que afanarse en un par de remates. Pero los jugadores se marcharon al vestuario sin modificar el resultado de inicio.
Las constantes vitales del partido no se modificaron en la segunda mitad. Pero el Barça golpeó primero, con un gol de Povill. Luego Sergio Lozano puso aún las cosas más difícil al Jimbee, al firmar el tercero. Y André Coelho, ya con los de Duda utilizando el recurso del portero-jugador, zanjó el litigio. El gol de Motta llegó demasiado tarde.
Cuestionable actuación de los árbitros, que se tragaron una patada sin balón de Matheus, que mereció el castigo de la expulsión. Jimbee habría jugado dos minutos con un futbolista más.
Ambientazo en el Olivo Arena de Jaén, con presencia visible de aficionados de Cartagena, que no dejaron de animar al equipo melonero.
Debutó con la camiseta del Jimbee Fer Drasler, su última incorporación.