El vicepresidente del club no elude la responsabilidad del entrenador, pero asegura que no habrá decisiones en este tramo de la temporada.
GREGORIO LEÓN
ElPozo se llevó una puñalada en Jerez. Se concertaban todos los elementos para que el equipo murciano, ayuno de títulos, se bañara en confeti. Con el conjunto de la plantilla disponible, el Inter sentado en el diván y el Barça con bajas más que considerables, el club de la familia Fuertes tenía ante sí una oportunidad excepcional para ganar la Supercopa y hacerle una peineta al destino. Pero la tostada cayó de nuevo del lado de la mantequilla. Esta vez no fue la suerte. Ni los palos. Ni la fatalidad. Palma Futsal, de manera incuestionable, fue mejor e hizo una lectura mucho más inteligente de lo que pedía el partido. La consecuencia fue que el sábado, aún de día, el autobús de ElPozo emprendió viaje anticipado de regreso a casa. Otra vez de vacío.
En las oficinas del club y en Alhama de Murcia se está haciendo un análisis de situación. El club ha gastado dos balas. Se llevó un revolcón inesperado en Noia. Y ahora, en Jerez. Quedan dos títulos, pero son los más caros: Copa de España y Liga. Y se antoja altamente complicado que ElPozo pueda ganarlos, dado el régimen absolutista que ha impuesto el Barça, que gana incluso jugando peor que el rival (véase la final de esta última Supercopa; los azulgrana tienen ángel). Pero, aun sabiendo las dificultades, en ElPozo confían en la plantilla, y en el entrenador, colocado en la diana.
Kike Boned lo explica, sin vacilaciones: "Es momento de seguir confiando en Giustozzi". Pero tampoco elude la responsabilidad en la que haya podido incurrir el entrenador en este nuevo fracaso.
Ahí lleváis la entrevista completa...
