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Divorcio total Duino-Arribas

Felipe Moreno insiste en su condición de mero mediador entre las dos partes. Víctor Alonso ha presentado su dimisión.

GREGORIO LEÓN
03 NOV 2025 - 13:54
Arribas
Alejandro Arribas, en el palco del Cartagonova. Foto: FC Cartagena

GREGORIO LEÓN

Allá por el mes de julio, cuando se citaron Pedro Arribas y Felipe Moreno en Majadahonda, nadie podía imaginar que la compra-venta del Cartagena iba a llegar al capítulo actual. El presidente del Murcia siempre ha insistido en que fue Arribas padre el que lo sondeó sobre la posibilidad de adquirir el club albinegro, y que él le dio el teléfono de Francisco Belmonte para que ellos dos abrieran una negociación. De ella salió el anuncio de que la empresa Arrisanz emprendía el camino para comprar el Cartagena, en una transición ordenada.

Aquel comunicado ha envejecido muy mal. La cohabitación entre Belmonte y Arribas, que sonaba bien en el plano teórico, ha sido imposible en el práctico. Belmonte nunca soltó el volante. Hasta la semana pasada. Y ante la realidad de que era imposible la gobernabilidad y que quedaría de aquí a 2027 como mero figurante, Alejandro Arribas se movilizó para adelantar plazos. Ahí se abre un nuevo proceso de negociación entre las dos partes, que ha sido extraordinariamente complejo, con cláusulas y puntos que han sido motivos de desencuentro y fricciones durante el último mes. Por fin el miércoles los dos actores cierran los términos del acuerdo que permita que Arribas se haga con el control de la entidad. Después de un abono de una cantidad cercana a dos millones de euros que le concedía un tercio del paquete accionarial total, aportaba una cantidad de 1,2 millones de euros, quedando pendiente un último pago de 2,5 millones de euros hasta completar los cinco totales de la operación completa. Siempre de acuerdo a la versión de Arribas, ese pacto no es firmado por Duino Inversiones, que en vez de devolverlo firmado envía un nuevo, muy modificado, el sábado hacia la una de la tarde, con condiciones inasumibles por la parte compradora. Una de ellas, aunque no la única, es que Duino percibiría no los 400.000 euros pactados inicialmente, sino 4 millones de euros (diez veces más) en caso de ascenso a la Segunda División del Cartagena, según aseguran a Onda Regional fuentes directas de la compra-venta. Pocas horas antes del partido ante el Villarreal "B", estalla la guerra, con comunicado de Arribas que tiene réplica del club albinegro al día siguiente. Ese es el relato de los hechos. La fotografía actual. Pero se abren interrogantes respecto al futuro de la entidad, e incluso su viabilidad. 

¿Qué va a hacer Arribas? Atenerse al contrato firmado en julio, que le impone la obligación de abonar varias cuotas hasta completar la cifra global pactada, y asumir el control de la entidad en marzo de 2027. Y en ese planteamiento coincide con la petición del Cartagena, expresada en el comunicado que emite el club este domingo: "La propiedad remite al sr. Arribas al contrato firmado y está esperando a que se realicen dichos pagos para que se solicite la autorización al CSD para traspasar el accionariado del club y que el Consejo de Administración se modifique al instante". A priori es un punto de convergencia entre las partes, pero la realidad se impone, con obligaciones imperativas y preguntas que saltan: ¿Quién va a pagar las nóminas de aquí a marzo de 2027? ¿De dónde va a salir el dinero y quién va a tomar decisiones de gran trascendencia? No es asunto menor, en absoluto. La parte compradora explica que si no llega su aportación en agosto, el Cartagena no estaría compitiendo en Primera RFEF. Fue Arribas quien pagó los 200.000 euros de la inscripción. Que el Cartagena tiene problemas de tesorería está fuera de cualquier discusión. Una deuda de Hacienda de 500.000 euros también cerca a la entidad albinegra, que podría asomarse al abismo del concurso de acreedores de no atender sus obligaciones económicas. Varios agentes futbolísticos a los que el Cartagena debe dinero se preparan para formular reclamaciones judiciales, al igual de otros proveedores, con una cantidad global que llegaría al millón de euros. ¿Y quién haría los fichajes del mercado de invierno? Con Manuel Sánchez Breis fuera del club, queda vacío el puesto de director deportivo. Quizá esa responsabilidad podría caer en Javi Rey, quien ha tenido una contribución esencial en la configuración de la plantilla actual. 

¿Y qué piensa Felipe Moreno, instalado a su pesar en el centro del debate? El córdobes vuelve a repetir, hoy mismo, su condición de mediador, la que le llevó a sentarse con Pedro Arribas en julio, sin reconocer en ningún caso el papel de actor principal que le concede la opinión pública, y también personas relevantes en la negociación, siempre en conversaciones privadas, nunca en público. De hecho, Alejandro Arribas nunca ha hablado en sus comparecencias ante los medios ni en los comunicados difundidos de Felipe Moreno, y sí de Duino Inversiones, sociedad que administra Fernando Carreño.   

El divorcio es total. Tan es así como que Arribas está dispuesto a iniciar acciones legales para defender su posición, según la noticia avanzada por La 7 TV. Según la tesis de la parte compradora, Duino Inversiones habría incumplido uno de los puntos establecidos y fijados por escrito: la obligación de aviso entre las dos partes de cualquier comunicado público.  

Y a esto se añade la dimisión de Víctor Alonso, anunciada este lunes. Desde el 13 de octubre ya no trabajaba en el espacio físico de las oficinas del club. Y por coherencia y ética, ha decidido presentar su dimisión. Víctor Alonso pertenece al equipo de Alejandro Arribas, que ateniéndose al contrato firmado, no asumirá plenamente las condiciones de propietario de la entidad hasta 2027, y por tanto, en rigor, el experimentado directivo no desempeñaría su cargo de director general hasta llegar a ese punto. 

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