El cantinero de la 'bombonera'

Pocos le conocen por Ángel Lozano. Para casi todos es el cantinero o Ángel el cantinero. Llevó desde finales de los 90 la cantina del Pabellón Municipal de Cartagena, 'la bombonera'. Y la convirtió prácticamente en un museo donde colgaban infinidad de bufandas y camisetas de equipos de fútbol sala, algunos ya desparecidos. ¿Quién no ha ido al Pabellón de Wssell de Guimbarda y no se ha tomado algo en aquella cantina? Pasaban técnicos, jugadores, directivos de todos los equipos, de la Federación, también, y todos fueron grandes amigos de Ángel, un hombre que llevaba (y sigue llevando todavía) el fútbol sala en la sangre. Un aficionado ejemplar, que nunca insultó a nadie y que se dedicó siempre a animar a su equipo; Mínguez Sáez, GMI, Polaris... Y ahora, claro a su Jimbee Cartagena.

El cantinero ha recorrido España entera siguiendo a los equipos de fútbol sala de la ciudad. Siempre con su carácter afable y bonachón que hacía que en todos los pabellones le recibieran con los brazos abiertos. Ahora, con las limitaciones propias de la edad, sigue haciéndolo cuando puede pero ya con menos frecuencia. Hace unas semanas se subió al autobús para ir a Torrejón y pocos días después a Barcelona, la tierra que le vio nacer y de donde marchó siendo un zagal. Lo que no se pierde es ni uno sólo de los partidos del Jimbee en casa. Antes lo hacía como miembro de la mítica peña 'Santiago 6-7', pero desapareció y ahora acude solo o acompañado por su hijo, que, de niño, también le acompañó en muchos de sus desplazamientos.

Ángel ha sido protagonista hoy en Región Deportiva y ha recordado toda esta etapa como aficionado. Asegura que cuando el Jimbee ganó la Liga le dijo a su hijo que ya podía morirse tranquilo. El caso es que, no podía imaginarlo, esta noche y el jueves volverá a estar en el Palacio y que, con un poco de suerte, podría ver a su equipo levantar de nuevo la Copa, sólo un año después.

Aquí puedes escuchar la entrevista.