Novena derrota consecutiva con Fernández Romo y sexto partido seguido en casa sin marcar. Ganó el Burgos (0-1) tras un fallo de Pablo Campos haciendo un penalti y los albinegros, que generaron más ocasiones, no puntuaron
No hay manera. El Cartagena sigue en caída libre. Volvió a perder. Y ya van nueve derrotas consecutivas desde la llegada de Guillermo Fernández Romo al banquillo. El equipo mejoró de forma evidente, y mereció mucho más que una derrota por la mínima ante el Burgos (0-1), pero el fútbol no entiende de justicia. Y, sobre todo, sin goles, se hace más difícil puntuar. Es el sexto encuentro, entre Jandro y Fernández Romo, que encadena el Cartagena sin marcar en el Cartagonova.
Mereció más. La revolución que planteó el técnico, con Ortuño como referencia ofensiva como novedad más destacada, casi sale bien. El yeclano provocó peligro, asistiendo a El Jebari a las primeras de cambio. También Ndiaye rozó el gol, y Luna poco después. La desdicha fue tal que un penalti pitado al Burgos, que no era, lo acabó anulando el VAR. El que sí pitó el colegiado fue uno a favor de los burgaleses, cuando en un centro lateral Pablo Campos trató de despejar un balón y acabó golpeando en la cara a Espiau. Álex marcaba desde el punto de la pena máxima. Antes del descanso, El Jebari hizo gol, pero la asistencia de Núñez venía precedida de un ajustado fuera de juego.
El equipo fue a más en el segundo tiempo y el Burgos casi marca a la contra, aunque con Pablo Campos en plan salvador. El dominio albinegro no sirvió. Fue mejor que otras semanas, incluso con los cambios mantuvo el tipo. Pero sin gol es difícil. La expulsión del visitante Borja Sánchez allanaba el camino, pero contra diez tampoco pudo el Cartagena. Una mala salida del meta Cantero dejó un balón rebotado en la frontal del área que Clemente fue incapaz de enganchar bien a puerta vacía. Mejoró, sí. Pero volvió a perder. Y en las cuentas los 50 puntos ya son un imposible.