El equipo cartagenero se impone al Barcelona (3-2) en el cuarto partido de la final y conquista su segunda liga consecutiva. Cuarto título global para el Jimbee.
GREGORIO LEÓN
El año pasado el Jimbee comenzó su Era. La confluencia de dos talentos ha hecho que Cartagena domine de forma autoritaria el fútbol sala. Miguel Ángel Jiménez Bosque es un empresario ganador, sin límites y con una búsqueda incesante del éxito. Duda es el mejor entrenador de España, sin discusión de ninguna clase. El dinero de uno y la sapiencia del otro han generado un proyecto que no para de romper techos de cristal, uno detrás de otro, dando inicio a un ciclo ganador que tiene fin. Ganar una Liga es extraordinariamente complicado. Después de un camino sinuoso en liga regular, caes a un estanque lleno de pirañas en los 'play offs'. Pero el Jimbee ha soltado las dentelladas mortales, una detrás de otra. Le dio igual ser goleado por el Inter en Torrejón. Volteó la situación. O que apareciera ElPozo, que venía crecido tras tumbar al Peñíscola. No le importó caer en el Palau ya en la final. El equipo de Duda siempre encuentra la salida. Siempre. No es la plantilla que reúna jugadores más rimbombantes, pero sí la más competitiva, con un chip ganador que le inserta Duda, temporada a temporada. Da igual quien esté. Si el mago de Florianópolis cogiera el banquillo del O Parrulo hoy, lo haría campeón de Liga en pocos años. Imposible entender esta sucesión de éxitos sin la figura del entrenador brasileño. Esta nueva Liga trae dos regalos: derecho a jugar la Champions y la Supercopa, que se celebrará en Arabia. El Palacio de los Deportes vivió otra noche memorable con un minuto final mágico. A falta de solo quince segundos, Pablo Ramírez le dio el título a los cartageneros.
El Barça salió propositivo. Y Antonio, en un libre directo, colocó el 0-1. Pero la réplica del Jimbee fue inmediata. Waltinho fue actor principal, al forzar un penalti y transformarlo para colocar el empate en el marcador. El brasileño ha tenido una incidencia esencial en este nuevo título cartagenero. Firmó seis goles en la liga regular, los mismos que en el 'play off'. El tanto cambió el rumbo de partido. Cortés, con una genialidad, le dio un gol a Osamanmusa, pero el tailandés mandó la pelota a la madera, con toda la portería para él. El Barcelona, con una jugada eléctrica, se puso de nuevo con ventaja en el marcador. Antonio, en el segundo palo, fusiló a Chemi.
El Jimbee apareció tras el descanso con la determinación de girar la situación. Y lo hizo, empujado por sus aficionados. El Barcelona iba administrando la poca gasolina que le quedaba. Insistió el equipo de Duda ya con portero-jugador, con seis minutos por delante. Una jugada maestra el entrenador brasileño. Y fue así como llegó el empate, a falta de cuarenta y seis segundos, con un remate certero de Waltinho. Y el Palacio estalló cuando, con solo quince segundos para la prórroga, Pablo Ramírez enganchó un balón y consiguió el 3-2 definitivo.
Un equipo invencible. Un equipo de época. Un equipo multicampeón.