El equipo grana, que empezó marcando con gol de Flakus, vio cómo el Atlético Madrileño empató en el último minuto. Queda noveno en la clasificación, con solo cuatro puntos.
GREGORIO LEÓN
El Murcia estuvo jugando con fuego demasiado tiempo. Y acabó quemándose en la Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid. El gol de Flakus no fue suficiente. Los murcianistas encajaron el 1-1 en el minuto 99. La jugada que otorgó el empate a última hora del filial atlético fue revisada con minuciosidad, pero el árbitro validó el tanto, dejando frustrando al Murcia, que solo ha ganado uno de los tres partidos hasta el momento disputados. Parecía que el tanto del esloveno, que empieza a rentabilizar la inversión hecha por él, podía ser suficiente. Pero el equipo de Joseba Etxeberria estuvo irresoluto, malgastando dos opciones muy claras para haber confirmado la victoria, y quedó expuesto a una sorpresa final, que llegó al límite. El partido deja la certeza de que Flakus equivale a gol y un puñado de dudas sobre la solvencia del equipo en su desempeño defensivo. La Comunidad de Madrid sigue siendo territorio prohibido para los grana, que no han ganado allí en las últimas dieciocho visitas.
Se llevó un buen susto el equipo grana en el primer tiempo, cuando intentaba proyectarse en ataque. Un centro desde la parte derecha, donde nacían los principales problemas granas, fue cazado por Boñar, Gazzaniga reaccionó con una respuesta felina que evitó el gol. Antes Arnau Ortiz había hecho magia para meterse hasta adentro, pero su remate, por fortuna, no fue el mejor. Y llamó a la puerta una vez más el filial atlético, con un disparo lejano de Iker Luque.
El Murcia estaba obligado a hacer un cambio de sentido. Y lo hizo inmediatamente. Gazzaniga lanzó balón largo que bajó con el pecho Pedro Benito y David Flakus avanzó varios metros y resolvió con maestría. Pudo matar el partido Álvaro Bustos en un doble remate, pero no tuvo puntería. Pedro León, en un mano a mano, debió hacer el 0-2, pero no orientó bien la pelota. Y a partir de ahí el guion del partido marcó una obligación de sufrimiento, con el Atlético Madrileño fogoso. Y el partido tuvo un giro de trama inesperado, en el minuto 99, con el gol de Boñar, que rompió todos los planes del Real Murcia.
