El presidente del Real Murcia Felipe Moreno medita la decisión a tomar. El entrenador podría no llegar al partido de la Copa del Rey, programado para el jueves.
GREGORIO LEÓN
Felipe Moreno no ha abandonado con el gesto descompuesto el Pepico Amat. No ha sido una situación tan dura como la derrota de la semana anterior ante el Ibiza, que le hizo vivir uno de los días más difíciles desde que asumió el control del Real Murcia. Pero ya tiene suficientes elementos para tomar una decisión. Nada más acabar el choque en Elda ha recabado opinión entre varios consejeros y colaboradores. Y el pensamiento más extendido era el de que era preciso un cambio. Pulgar hacia abajo. Además de las evidencias clasificatorias, con el Murcia en descenso, los vaivenes, cambios de jugadores y tumbos tácticos de Joseba Etxeberria lo han dejado sin crédito a ojos del presidente. En su mano está, con las competencias que le concede su cargo, despedir al técnico vasco, o darle un partido más, solo un partido más, el del jueves ante el Antequera. Ahí, sí, en caso de eliminación, con el costo económico que llevaría asociado, nada ni nadie sostendría ya a Etxeberria.
El alto contrato que tiene el entrenador está frenando la adopción de una medida que se antoja urgente. Exeberria ha dicho este domingo en rueda de prensa que se ve con fuerzas para seguir, en un discurso calcado al de la semana pasada. Pero la realidad se impone. Falta por conocer la opinión de Asier Goiria tras esta nueva jornada sin victoria, con el Murcia metido en el fango del descenso a la Segunda RFEF. En la reunión celebrada hace unos días, Felipe Moreno le pidió una reacción inmediata. Esa reacción no ha llegado tampoco en el Pepico Amat. Este medio de comunicación ha intentado localizar esta tarde domingo, sin éxito, al director deportivo murcianista.
