El Cartagena, que acumula ocho derrotas desde el cambio de entrenador, recibe al Burgosagonova en un encuentro donde el entrenador del Efesé espera "ofrecer la mejor versión a los que vengan"
Los últimos partidos del Fútbol Club Cartagena en casa están siendo una tragedia, tanto en el césped como en el palco. Fernández Romo aún no ha sumado ningún punto en el banquillo, van ocho derrotas consecutivas, a pesar de empezar a ver cambios en el equipo: "Creo que hemos ido encontrando mejoras pero en la competición no nos está dando. Tenemos que transformar las decepciones en conocimiento que nos acerque a la victoria". El preparador albinegro recapituló, hizo balance desde su llegada y fue contundente: "Han pasado tantas cosas, de conocimiento interno, de jugadores que se fueron, de cambios en la organización del equipo, de lesionados, de traspasos... Sólo en la organización del equipo y luego si vamos al campo, pasaron cosas concretas que nos alejaron de ganar partidos. Cosas que frustran. Y luego esa parte de psicosis que vas conociendo y de la que te vas empapando con esta situación. Hay mucha parte de eso que debes cambiar con un resultado positivo. Juegas con un nivel de ansiedad y estrés impropio y todo eso provoca que pasen cosas desfavorables".
Con respecto al rival, el conjunto burgalés, Romo ha destacado que es un equipo con "muy buena dinámica, que está sabiendo convivir con la situación en la que está. Es difícil generarle peligro y tiene buenos atacantes". No estarán disponibles en el conjunto cartagenero Luis Muñoz, Jorge Moreno, Gastón Vallés ni Pedro Alcalá, quien podría volver la semana que viene. Julián Delmás será duda hasta última hora y Vukcevic, ya recuperado, volverá a entrar en la convocatoria para el partido del sábado a las 16:15 horas.
Romo espera "energías positivas" positivas desde la grada del Cartagonova, a la que espera mostrar la mejor versión de su equipo en un duelo que considera "importante por ser el siguiente y por poder traducir el esfuerzo en puntos". No ha querido mojarse sobre el vacío del palco, algo que califica como "situación difícil de manejar".
