El director deportivo planea reformar todas las líneas: defensa, centro del campo y delantera.
GREGORIO LEÓN
En medio de la tormenta en la que vive el Real Murcia después de la última derrota, que se agrega a otras precedentes y que han transportado al equipo al fondo de la clasificación, Asier Goiria sigue atendiendo sus obligaciones profesionales, hasta nueva orden. El Consejo de Administración, con Felipe Moreno a la cabeza, ha tomado la determinación de no relevar al entrenador Joseba Etxeberria, ni tampoco al director deportivo, a pesar de que son los grandes culpables de la situación insólita del equipo, a juicio de la mayoría de sus aficionados. Y así lo expresaron, airadamente, el domingo en el estadio Nueva Condomina-Enrique Roca. Felipe Moreno no ha adoptado esta decisión a la ligera. Durante toda la jornada de ayer lunes efectuó desde Madrid múltiples llamadas, recabando consejos y opiniones. Y la conclusión a la que llegó fue que de momento las cosas se quedan como están. Que esa respuesta obedezca a una convicción íntima de que Etxeberria está aún preparado para subir al Murcia o a una cuestión económica (su despido costaría 300.000 euros) es otro debate.
Y Goiria ha advertido ya la necesidad de reformar la plantilla grana tan pronto como se abra el semáforo en el mercado de invierno. Y por eso está explorando todas las posibilidades disponibles para reforzar el elenco actual con, al menos, tres fichajes. El director deportivo grana quiere apuntalar todas las líneas, defensa, centro del campo y delantera. Y aunque en público hace una defensa sin vacilaciones ni titubeos sobre la composición de la plantilla actual, sin caer en críticas individualizadas a sus integrantes, sus movimientos en privado revelan que el trabajo no se hizo bien, al cien por cien, en verano, que los déficits y disfunciones son visibles y han quedado identificados, y que a partir de enero el Murcia requerirá una reformulación para que el equipo eleve de forma considerable sus prestaciones.