Acabó 12º y Manu Bermúdez 13º tras 35 kilómetros llenos de alternancia, remontadas, sanciones y sobre todo calor. Ganó el canadiense Dunfee y Chamosa fue sexto. María Pérez revalidó su oro mundial femenino en los 35 km
Advertía Miguel Ángel López en la previa de la prueba de 35 kilómetros marcha de los Mundiales de Tokio que el calor y especialmente la humedad serían determinantes. Su experiencia, contrastada y con un palmarés mundial envidiable, le hicieron presagiar una carrera que acabó siendo de locura.
El de Llano de Brujas acabó duodécimo y sólo pudo aguantar con el grupo cabecero durante el primer tercio de la prueba. El ciezano Manuel Bermúdez terminó decimotercero con una estrategia conservadora pero también válida, adelantando a todos aquellos favoritos que con una táctica kamikaze fueron descalificados o acabaron exhaustos. Kawano reventó, Hurtado (pupilo de José Antonio Carrillo) quedó frenado por una sanción y el ganador, Dunfee, superó los últimos kilómetros con calambres. Linke, Karlström (estos por el calor) o Doctor y Olivas (descalificados) fueron otros de los favoritos que sucumbieron. En el otro lado de la balanza, el español Daniel Chamosa hizo la mejor carrera de su vida y terminó sexto.
La alegría llegó de la mano de María Pérez. Plusmarquista y campeona mundial vigente, fue capaz de revalidar su medalla de oro con una nueva exhibición. Sus rivales apenas pudieron soportar su ritmo durante la mitad del recorrido. Mención también para las españolas Raquel González y Cristina Montesinos, que terminaron sexta y séptima en dicha prueba.