La falta de protagonismo en Movistar le hace sopesar su vuelta al Jimbee. El cierre internacional Lucas Gomes, del Magnus, sería la otra bomba de Miguel Ángel Jiménez. La sorprendente salida de Mouhoudine generaría hueco
GREGORIO LEÓN
El Jimbee Cartagena, actual campeón de Liga y doble de Supercopa, bronce en su primera participación de Champions League, llegó para quedarse en la élite. Para ello, con Duda a los mandos como principal garante, Miguel Ángel Jiménez Bosque hará todo lo posible para que los mimbres del técnico hispano-brasileño sean los mejores. Independientemente de como acabe el torneo liguero, en el que volverá a atacar el título desde la quinta posición (y por ende con desventaja en el factor campo), los refuerzos serán de renombre. Y para ello el empresario cartagenero jugará no sólo con su potencial económico sino con el factor sentimental que se genera en el vestuario de Duda.
Una fórmula que serviría para traer de vuelta a Lucao. El pívot brasileño, que logró su condición de internacional luciendo el escudo del Jimbee en el pecho, se marchó a Madrid buscando nuevas aventuras profesionales y personales, dentro de su inquietud cultural. Pero el juego 'de cuatro' de Riquer en el Movistar Inter no le favorece. No se siente del todo protagonista y su rendimiento dista mucho del que le hizo explotar en Cartagena. Lucao sopesa un regreso a casa. Para ello debería rescindir su contrato (como hizo Bebe para firmar por ElPozo Murcia) y así recuperar el '12' con el levantó una Liga y una Supercopa. A Duda le haría feliz. Y sobre todo al propio Lucao.
Pero no sería la única bomba. La otra es otro internacional brasileño: Lucas Gomes. El cierre del Magnus, uno de los colosos históricos del futsal mundial, medita su salto a Europa y Miguel Ángel Jiménez Bosque y Duda verían en él un refuerzo con mucho recorrido. No sólo defiende, desde que llegó al primer equipo del conjunto que liderase el icono Falcao también ha hecho goles. Experiencia y calidad con la 'verdeamarela' para hacer aún más potente al Jimbee.
UNA MARCHA INESPERADA
Dos fichajes, que podrían ser tres de confirmarse que la operación Renato llegue a buen puerto. Y ello conllevaría bajas o estirar la nómina para un vestuario más poblado. Algo que ya ocurrió hace varias temporadas. Pero el movimiento más inesperado en la rampa de salida tendría acento galo. Souheil Mouhoudine, capitán de la Selección Francesa, cierre de evidente desempeño físico, no ha terminado de dar todo lo que espera Duda de él. Su adaptación al régimen de trabajo del técnico, que lidera un vestuario que funciona como un reloj suizo, tampoco ha sido la esperada y eso podría desembocar en una rescisión de contrato similar a la de Lucao con el Movistar Inter.
