El capitán relató tras la dura derrota ante el Nàstic cómo vive el vestuario el vacío de poder: "Hace falta tener un padre o una madre de familia que esté encima y nos dé su apoyo. Parece que está llegando esa solución"
El Cartagena vive su momento más duro de la temporada. Más allá de la derrota vivida en Tarragona ante el Nàstic (2-0), en lo que implica el peor partido del curso, lo que realmente preocupa es el vacío de poder. El proceso de cambio de propietario, que no deja de ralentizarse y que tiene a los empleados del club (y ahí va incluido también el cuerpo técnico y los jugadores) en mitad de una situación incómoda. Así lo reflejó el capitán Nacho a preguntas de Onda Regional tras el encuentro: "No nos afecta, estamos a lo nuestro, pero sí siento, y es una opinión personal, que el club necesita una estabilidad institucional. Tener un padre o una madre de familia que esté encima de nosotros, que nos dé su apoyo... Poco a poco parece que se está llegando a una solución. No es nuestro cometido, debemos jugar al fútbol. Pero como capitán del Cartagena debo decir esas palabras: necesitamos estabilidad institucional y a partir de ahí todos de la mano juntos a por los objetivos que nos planteemos".
Incide Nacho en que la forma de perder ante el Valencia en Copa (en el último minuto de la prórroga tras fallar un penalti que daba el pase) o en el derbi ante el Real Murcia esté pasando factura al Cartagena: "Es simplemente fútbol, puede que influya un poco lo anímico, pero en el campo se te debe de olvidar todo. Asumimos que estamos pasando un bache, estaba claro que iba a pasar durante la temporada. Ningún equipo estará al mismo nivel todo el año y somos conscientes de lo que estamos pasando. Desde mi capitanía les digo que paciencia, que cabeza arriba, que debemos estar juntos y que no tengo ninguna duda de que el equipo va a salir adelante. Nos miramos a la cara y sabemos que lo damos todo. Es un bache y debemos salir juntos y fuertes".
A la hora de leer el partido ante el Nàstic, Nacho lamenta que "veníamos con ilusión y ganas, pero no han salido las cosas. Nos han faltado momentos en los que ellos han ganado duelos y sobre todo en jugadas que nos podría haber dado algo de importancia y al final eso te lastra y te cuesta atacar como teníamos planeado desde el principio". El capitán fue protagonista tras el pitido final al coger el balón y lanzarlo contra la parte alta de tribuna. Quiso dar explicaciones y también discuplarse: "Acumulación de rabia por la derrota y que el partido no salió como pensábamos. Mi intención era sacar el balón del estadio de rabia. Y si le he dado a alguien quiero reiterar mis más sinceras disculpas por ese momento de rabia".
