Ganó al Fuenlabrada (2-0), tras tres derrotas seguidas en casa. Flakus adelantó a los grana y Juan Carlos sentenció tras un segundo tiempo de dudas y sufrimiento. Fran Fernández respira y el liderato queda a tres puntos
El Real Murcia volvió a ganar. En casa. Que no es poca cosa. Los grana, que no vencían, ni marcaban, desde hace dos meses en Nueva Condomina (derrotas ante Alcoyano, Sevilla Atlético e Ibiza) se deshicieron del Fuenlabrada (2-0). En un partido en el que se alternó buen juego con las dudas y los nervios propios de la tensa situación que vivía el equipo hasta que llegó la sentencia. Pero el Real Murcia ganó, sumó tres puntos vitales, y el liderato queda a tiro, el Antequera está a dos puntos y el Ceuta a uno. Por detrás, el quinto y el sexto están a más de un partido. No sólo está lo meramente futbolístico. Es el hecho de que el aficionado grana salga al fin del estadio con una sonrisa. Y, lo más trascendente, un resultado que garantiza la continuidad de Fran Fernández, un entrenador que quedaba en entredicho en los últimos días.
Flakus abrió el marcador con un disparo a la escuadra a los doce minutos de partido. Eso hacía albergar esperanzas en que sí, este fuera el día de la resurrección. Hasta el descanso tuvo el control y también generó ocasiones para haber sentenciado. La apuesta ofensiva con Alcaina y Flakus arriba, con Pedro Benito y Davo en las bandas, daba sus frutos. Lo peor, la salida de Isi Gómez del campo, por unas molestias que arrastraba desde el calentamiento. Volvió a tener minutos Yriarte y el internacional venezolano (que será baja ante el Castilla al igual que el esloveno Flakus por sus compromisos con sus respectivos combinados nacionales) no defraudó.
No hacer ese segundo gol rápidamente provocó dudas en el segundo acto. Porque el Fuenlabrada tuvo también sus ocasiones. Especialmente peligrosa la que sacó Alberto González bajo palos tras un mal despeje de Kike Kadete o una volea de Moyano en el área pequeña que se fue alta. Con los cambios, jugando ya sin delanteros puros, Fran Fernández buscó el control del balón dando paso a Pedro León, Juan Carlos Real, Loren o Toral. Y la apuesta funcionó cuando Juan Carlos firmó el sexto tanto de la temporada en su cuenta, tras gran asistencia de David Vicente, en el 86'. Ahí sí, fiesta por todo lo alto. Celebración. El entrenador respira, la afición sonríe y en el horizonte el sueño del ascenso directo que vuelve a tomar forma.
