El municipio se vuelca en el entierro del piloto de 20 años que perdió la vida en un accidente en Francia mientras competía. Un centenar de motocicletas le homenajea rugiendo motores y acompañando al cortejo fúnebre
San Javier lloraba este martes la pérdida de Borja Gómez. Uno de sus vecinos más reconocibles. El joven piloto, de apenas 20 años, perdía la vida la semana pasada en un entrenamiento del Campeonato de Europa Stock mientras se salía de pista en el circuito francés de Magny-Cours. Un accidente desgraciado, siendo arrollado involuntariamente por otro piloto, y que además ha tenido en el lento regreso a casa días de angustia.
Borja pudo ser despedido este martes, con un entierro multitudinario en la Parroquia de San Francisco Javier, en el que su pasión fue protagonista. Un centenar de moteros acompañaban al cortejo fúnebre y hacían rugir sus motores, quemando neumático, en recuerdo del piloto. Entre las autoridades, el presidente autonómico Fernando López Miras, la consejera Carmen Conesa, el director general de deportes Fran Sánchez y, como anfitrión, el alcalde José Miguel Luengo. El primer edil mostraba el dolor del municipio y expresaba las condolencias a una familia que, pese al dolor, quiso participar del homenaje a Borja dando puño a una motocicleta presente frente a la iglesia. Sus resto mortales descansarán en el cementerio de la localidad.
