El exjugador del equipo universitario, después de superar un cáncer, regresa al UCAM Murcia CB para adaptar a los bases Michael Forrest y David Dejulius.
GREGORIO LEÓN
El diagnóstico era inequívoco: padeces un linfoma de Hodking. Así se lo dijeron los médicos. Y a partir de ahí, nada fue igual para Tomás Bellas, una de las figuras más icónicas del baloncesto nacional. Rápidamente se puso en tratamiento. Y el cáncer ha remitido, aunque deba someterse a controles durante los próximos años. Otra vez pleno de energía el madrileño se conecta al deporte que es su vida. Lo hace en el UCAM Murcia CB, donde dejó amigos, y sobre todo, un recuadro en la memoria de los aficionados. Sus nuevas obligaciones tendrán que ver con la posición en la que siempre jugó, de base, adaptando a los nuevos fichajes, Michael Forrest y David Dejulius.
Después de 466 partidos en la ACB y más de 3.000 puntos, Tomás Bellas se reengancha al baloncesto.
Ahí lleváis la entrevista completa a Tomás Bellas...
