Joaquín García Box, con 40 años como presidente del máximo club de baloncesto del municipio, habla de un "ascenso a Segunda FEB inesperado". Necesita respaldo económico: "Sin implicación institucional no podremos salir"
El balonceto en Molina vuelve a una competición nacional de nivel. El ascenso a Segunda FEB del Molina Basket el pasado sábado en Gijón premia el esfuerzo de un club renacido. Atrás quedaron los años gloriosos de un ADM muy potente económicamente y que era referencia en el Mediterráneo. Desde 2010, explica su presidente Joaquín García Box, "en este club somos verdad, luz en un mundo oscuro. Donde prevalecen los valores, la cantera, la gente...". Un salto de categoría "inesperado", aunque conscientes de que "seríamos competitivos. A nivel presupuestario, por ejemplo, hemos tenido unos 47.000 euros y Gijón, nuestro rival en la final, unos 182.000. Pero los chicos se dejaron la piel. Una decena de nuestros chicos son de Molina y 13 de 16 se han formado en el club".
La incógnita es la viabilidad del nuevo curso. A nivel deportivo, el presidente (que lleva 37 años comandando al principal club del municipio, antes ADM y desde 2010 el Molina Basket) lamenta que "sea doloroso que algunos chicos no puedan seguir y hagamos refuerzos, pero queremos que se mantenga la mayoría de la plantilla". El problema estará a nivel económico: "No tenemos garantizado poder competir en Segunda FEB sin la implicación institucional. Si se concreta el compromiso del alcalde, seguiremos adelante y sin perder nuestra identidad. Si no, tampoco habrá problema en quedarnos como estamos".
