Entre ellos está Jean Paul, el joven camerunés que llegó a España en una patera, que estará destinado en Caravaca
Un total de 165 guardias alumnos se incorporaron el pasado martes a diferentes unidades territoriales de seguridad ciudadana de la Zona de la Guardia Civil de la Región de Murcia, iniciando así la segunda fase de su período formativo. Más de un 21 % de estos guardias civiles alumnos son mujeres.
En Murcia, esta cifra supone un aumento de casi el doble, con 76 guardias más respecto al año anterior, en el que se incorporaron 89 personas.
En esta ocasión, el objetivo ha sido priorizar la presencia de los guardias alumnos en unidades territoriales de seguridad ciudadana en funciones de prevención de la seguridad ciudadana.
Los alumnos de las promociones 130ª de la Academia de Guardias de Baeza y 171ª del Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro continúan así con su formación mediante un período de prácticas, que tendrá una duración de 40 semanas en el despliegue territorial del Cuerpo en la Región.
Y uno de los nuevos guardias civiles que ha llegado a la Región tiene una historia muy especial. Se llama Jean Paul, y con 15 años decidió venir desde Camerún hasta España en una barca de recreo junto a cinco amigos más. La Guardia Civil los rescató en Ceuta y, desde entonces, ha tenido una vocación especial por poder ayudar a los demás. Tras terminar su primera etapa de formación, ha sido destinado a Caravaca para realizar sus prácticas.
Jean Paul llegó a España en 2010, en una barca de recreo desde Tánger, y fue rescatado por la Guardia Civil en la costa de Ceuta. Este hecho le dejó tan marcado, que desde entonces ha trabajado por formar parte de la Benemérita y poder ayudar a aquellos que lo necesiten.
Este camerunés pasó por el centro de menores de Jaén. Cuando obtuvo la mayoría de edad, encontró trabajo en Linares como mozo de almacén, donde estuvo 12 años. Tras el transcurso de los 10 años legales consiguió la nacionalidad, y no dudó en adentrarse en la academia de la Guardia Civil para cumplir su sueño tras un camino lleno de obstáculos.
Jean Paul, mejor que nadie, sabe que el mar no es seguro, por eso hace un llamamiento a no intentar cruzar de África a Europa en embarcaciones no reguladas. Pasará las siguientes 40 semanas en Caravaca de la Cruz, antes de elegir su destino definitivo. Su objetivo no es otro que empaparse de la labor de la seguridad ciudadana y poder aportar su granito de arena al cuerpo de Guardia Civil.