Es un 12% más que en el caso de los hombres (5,9 millones), según el informe "Feminización de la pobreza en España 2025" de EAPN. La pobreza es más intensa en mujeres incluso en época de recuperación económica
El riesgo de pobreza y exclusión social afecta en España a 6,6 millones de mujeres, un 12% más que a los hombres (5,9 millones). Una brecha que no se reduce desde hace una década, según los datos del Observatorio de Feminización de la Pobreza y la Exclusión que ha presentado hoy la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN).
La pobreza es "más intensa y más difícil de revertir entre las mujeres, incluso en épocas de recuperación económica" y el 26,8 por ciento está en riesgo de exclusión social. Preocupa especialmente la situación de quienes viven en hogares monomarentales, ya que una de cada dos está en riesgo de pobreza.
Los bajos salarios y la precariedad son factores de "empobrecimiento" de las mujeres. Alejandro Sanz, técnico de investigación del Observatorio, recuerda que tres de cada cuatro personas con jornada parcial son mujeres, con una tasa de parcialidad del 21% frente al 6,8 % de los hombres. A esto hay que añadir una mayor carga de cuidados no remunerados de menores, personas mayores o con discapacidad.
El 16,6 % de ellas declara cuidar a menores o dependientes como motivo principal, frente al 4,3 % de los hombres. El 15,4 % de las mujeres dedicó el año completo a trabajo de hogar y cuidados no remunerado, frente al 0,3 % de los hombres. Ellas se concentran en ocupaciones peor remuneradas: servicios de restauración y ventas (27,3 %) y tareas administrativas (15,4 %).
El salario medio mensual de las mujeres es un 16% más bajo que el de los hombres: las mujeres cobran de media 405 euros menos. Al igual que existe el techo de cristal, también está "el suelo pegajoso" del que no se pueden desprender muchas mujeres, que cuando llegan a la vejez se encuentran con pensiones no contributivas e ingresos muy bajos incluso inferiores a los umbrales de pobreza severa (965 euros), según ha indicado Ruth Caravantes, responsable de investigación de la EAPN, quien ha pedido una reforma del sistema de pensiones.
Es en las pensiones contributivas donde la brecha de género ha marcado la mayor diferencia de la serie histórica (desde 2017): la pensión media en los hombres es de 1.510 euros y en las mujeres de 1.026 euros, 484 euros menos.
El estudio incide en que la brecha en las pensiones deriva de un mercado laboral que se configura como "eje central" en la reproducción de las desigualdades, y que viene marcado por una mayor parcialidad involuntaria, temporalidad y jornadas interrumpidas por los cuidados. Pese a tener un empleo, cerca de un 16% de las mujeres sigue en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Una situación que afecta a más de la mitad de las mujeres desempleadas (54,3%) o aquellas con nacionalidad extracomunitaria (55,5%).
Desde EAPN-ES, la responsable de Investigación e Incidencia Política, Ruth Caravantes, ha hecho hincapié en que el impacto desproporcionado de la feminización de la pobreza no es un fenómeno residual, sino un síntoma de desigualdades que las políticas públicas deben corregir.
Entre las propuestas que hace la Red se incluye un sistema público de cuidados, el refuerzo del ingreso mínimo vital y de las rentas mínimas, una prestación universal para niños y adolescentes, mejoras laborales en sectores de primera necesidad como el del empleo de hogar o la ayuda a domicilio, y mejora de las pensiones, especialmente las no contributivas.
"En un momento en el que hay un estancamiento global de los avances de las mujeres y se extienden discursos que cuestionan sus derechos y relativizan la violencia contra ellas, lo mejor es combatirlo con datos sólidos y verificables como los de este estudio", ha apostillado el director de la Red, José Javier López.