Uno de los fallecidos pudo llamar a emergencias antes de morir en su vivienda, el otro ha aparecido amordazado en el maletero de un coche. La Guardia Civil ha asumido las dos investigaciones
Los investigadores creen que el doble crimen de Lorca de ayer fue un ajuste de cuentas. Es el móvil que baraja la Guardia Civil en el caso de los dos hombres tiroteados este martes en una zona rural del litoral lorquino, cuyos cadáveres fueron encontrados en una casa y en el interior del maletero de un coche, a solo unos kilómetros de distancia uno de otro.
El primer cadáver fue descubierto en una vivienda de El Cantal, una pequeña aldea de apenas 60 habitantes, por la empleada del hogar. Se trata de un hombre italiano de 65 años con antecedentes por tráfico de drogas y homicidio, que presentaba heridas de bala en una pierna y en el abdomen.
Unas dos horas después, en el kilómetro 154 de la carretera RM-332, frente al bar 'Ramonete', en la pedanía lorquina del mismo nombre de apenas un millar de habitantes y situada a unos kilómetros de El Cantal, se localizaba un coche con impactos de bala y restos de sangre. Los agentes encontraron en el maletero un cadáver con signos de violencia por arma de fuego, que aún está sin identificar.
Se trata del ciudadano de origen italiano Giuliano Velo. Ha sido detenido varias veces por narcotráfico, pero también estuvo relacionado con la muerte de otro italiano en Águilas, Giuseppe Nirta, hijo de un capo de igual nombre de la mafia calabresa, la Ndranguetta, que vivía en nuestra región con su novia rumana, que fue a la que finalmente juzgaron.
El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, ha dicho que el doble crimen en las pedanías de Ramonete y Garrobillo “se vincula a situaciones de ajuste de cuentas”. Ha declinado ofrecer ningún dato sobre el suceso, a la espera de lo que pueda determinar la investigación emprendida por la Guardia Civil. Las diligencias han sido declaradas secretas.
