Hoy conmemoran el Día Mundial de los Supervivientes de cáncer. Grupos de ayuda de asociaciones y el apoyo de los recursos públicos como la Unidad de Salud Medioambiental de Pediatría de la Arrixaca son clave
En el Día Mundial de los Supervivientes de cáncer se pone de manifiesto las necesidades de estas personas como tratamientos y seguimientos especializados una vez que se les da el alta oncológica. Se considera superviviente de cáncer al paciente oncológico que ha superado cinco años sin la enfermedad, a partir de aquí cesan los chequeos a corto plazo, sin embargo el paciente sigue teniendo muchas dudas e incluso miedos que debe afrontar.
En la comunidad existen recursos para superar también esta fase, es el caso de la Unidad de Salud Medioambiental del Servicio de Pediatría de la Arrixaca que hace acompañamiento y seguimiento en la adolescencia o infancia, o recursos como el grupo de Guerreros de Afacmur, la Asociación de Familiares con Cáncer de la Región de Murcia.
Paula Alburquerque es una superviviente de un osteosarcoma de tibia, hace diez años le diagnosticaron este tipo de cáncer con tan solo 14 años, asegura que fue complicado pero que el apoyo de sus familiares y amigos le ayudó a superarlo. Ahora su vida está llena de proyectos como los alumnos a los que enseña música o el grupo de Guerreros con los que ayuda a otras familias a superar el proceso oncológico por el que están pasando.
En España hay dos millones de supervivientes de cáncer, 12 millones en Europa y 32 en todo el mundo. Todos ellos coinciden en que la etapa oncológica es un momento en el que te aferras a la vida y luchas por seguir en ella. Después, una vez superado, vuelves a tu vida cotidiana, sin embargo el miedo a una recaída siempre existe, por ello es tan necesaria la ayuda psicológica, según confirma Mariló Castillo, psicóloga de Afacmur.
Sandra Ibarra, es otra superviviente, en este caso de Leucemia, ella considera que en esta etapa hay que aprender a vivir después de sobrevivir. Ibarra ha sufrido este cáncer en dos ocasiones de su vida, la última en 2002 y lo superó con un segundo trasplante de médula, ella ya había superado los cinco años y volvió a recaer, por lo que considera imprescindible un seguimiento especializado a largo plazo. En 2008 esta lucha le llevó a crear la Fundación Ibarra para impulsar la investigación, la prevención ya que el 40% de los cánceres se pueden prevenir y concienciar a la sociedad.