Raúl Flores, coordinador del noveno informe FOESSA, explica que la población en riesgo de exclusión severa es un 52% más que en 2007
Cáritas advierte de un inédito proceso de fragmentación social con 4,3 millones de personas en exclusión severa. El noveno informe FOESSA alerta también de una "sociedad del desasosiego" y la incertidumbre.
La población en riesgo de exclusión severa es un 52% más que en 2007, con una clase media que se erosiona y con la vivienda y el empleo como principales motores de esta situación. De las 700 páginas que contiene se desprende también que el 45% de quienes viven de alquiler están en riesgo de pobreza, lo que constituye la cifra más alta de la UE explica Raúl Flores, coordinador del Estudio.
Además, tener empleo no es garantía de estabilidad porque casi la mitad de los trabajadores sufren precariedad laboral y 11,5 millones viven en inseguridad. Por lo que se refiere a lo que siempre ha constituido el ascensor social ahora pierde poder protector. Por ejemplo tener solo la ESO multiplica por 2,7 el riesgo de exclusión.
Un tercio de los excluidos severos son menores y el 47% de los inmigrantes están afectados. La soledad y el aislamiento crecen, especialmente entre mujeres y hogares vulnerables. FOESSA pide un cambio estructural porque los datos macroeconómicos dicen una cosa, pero la realidad es otra.