La primera hipótesis que barajan sobre la causa de la deflagración se debe a un embolsamiento de grisú, un gas inflamable que se acumula en las minas de carbón
En la mañana de este lunes han fallecido cinco personas en un accidente en la mina de Cerredo, en Asturias. La explosión, que ha ocurrido alrededor de las 8:45 horas, también ha dejado a cuatro personas heridas, dos de ellas en estado grave. Las víctimas, de edades que comprenden entre los 32 y los 54 años, son casi todas vecinos de la comarca de Laciana, en León, y uno de los heridos es procedente de Degaña, Oviedo.
En la primera llamada al Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) se comunica que la explosión había sido provocada a causa de problemas en una máquina; sin embargo, las primeras investigaciones apuntan a un embolsamiento de grisú, un gas inflamable que se acumula en las minas de carbón, como posible causa de la deflagración. El grisú, al entrar en contacto con una chispa o una fuente de calor, puede desencadenar grandes explosiones en espacios tan cerrados como los túneles de la mina.
El portavoz del Gobierno asturiano, Guillermo Peláez, ha confirmado que los trabajadores se encontraban realizando trabajos con un permiso de explotación relacionado con un posible uso de mineral para la fabricación de grafito. Al tratarse de un accidente laboral en una mina, se han activado los protocolos, y se ha informado a los técnicos de minas del Principado, así como a la Guardia Civil, que se ha encargado del levantamiento de los cadáveres. También se ha solicitado la intervención del Equipo de Respuesta Inmediata (ERIE) psicosocial de Cruz Roja de Asturias para asistir a los afectados.
De los cuatro heridos, dos han sido trasladados en ambulancia y helicóptero a los hospitales de Villablino y León, debido a las graves quemaduras que sufrían. Otro trabajador, de 36 años, ha sufrido un traumatismo en la cabeza y ha sido trasladado primero al Hospital Carmen y Severo de Cangas del Narcea, para luego ser derivado al HUCA de Oviedo para más pruebas.