La penetración de fondos de inversión, la baja rentabilidad y la falta de relevo generacional amenazan la estructura del campo murciano
La penetración de los fondos de inversión, la escasa rentabilidad y la falta de relevo generacional sitúan en una situación de riesgo la estructura del campo murciano, con la desaparición de explotaciones tradicionales. Son los grandes riesgos que identifica la organización COAG, que cree que la falta de medidas tendrá un elevado coste social y hace un balance del año con luces y sombras.
No parecen en principio que se trate de problemas tradicionales, pero a día de hoy son los que traen de cabeza a los agricultores murcianos. El presidente de COAG, José Miguel Marín, señalaba el riesgo que supone para la pervivencia de las pequeñas y medianas explotaciones la llegada inevitable de fondos que no permiten la competencia al agricultor tradicional.
Según los datos del Ministerio de Agricultura, la renta agraria ha registrado este año una subida del 7%, aunque hay que descender al detalle según territorios y se sigue manteniendo en cifras bajas. Sumado a la burocratización y la falta de relevo, se hace difícil mantener la estructura que ahora conocemos. Es algo que la sociedad acabará pagando.
Hay otras incertidumbres clásicas que se mantienen, como la falta de agua, que se agravará con las nuevas normas de explotación del trasvase, o de mano de obra, que tiene que ser necesariamente extranjera y para la que piden soluciones. Todas han contribuido para que el año se haya cerrado de forma desigual.
