Aseguran que se trata de un caso claro de 'abuso de poder'
El Servicio Murciano de Salud (SMS) elevó a principios de mayo al Ministerio Público un informe de su Unidad de Igualdad que apreciaba indicios de presunto acoso sexual en el comportamiento del jefe de Urgencias, Pascual Piñera, tras recopilar el testimonio de 13 profesionales y 2 pacientes que refirieron comentarios y tocamientos inapropiados. Desde la Fiscalía señala que para abrir diligencias es necesaria la denuncia previa. Algo que no entienden desde la plataforma feminista 25N de Cartagena. La Fiscalía archivaba ayer el caso sin llegar a abrir diligencias por tratarse de presuntos delitos contra la libertad sexual. En cuyo caso es "requisito esencial que las víctimas presenten denuncia previa".
Las afectadas, muchas de ellas médicas internas residentes de primer año, refirieron presuntos tocamientos en la espalda, la nuca, los muslos, el pelo, la cara o las nalgas, pero lo hicieron dentro de un procedimiento administrativo interno. Sus testimonios fueron respaldados por al menos una decena de profesionales. Aunque el primer caso se conoció en diciembre del año pasado, los hechos se remontan a 2018. "Una situación clara de abuso de poder", según señala Pilar Navarro, de la coordinadora feminista de Cartagena.
Desde la Consejería señalan que el Servicio Murciano de Salud actuó conforme al protocolo vigente. Sostienen que, por el momento, no consta ninguna notificación al respecto y que el asunto se encuentra en manos de la Fiscalía. Afirman que respetan todas las actuaciones judiciales y que han obrado en función de lo establecido en el Protocolo de actuación para la prevención del acoso sexual y del acoso por razón de sexo en el ámbito de la Administración Pública.
