Unas medidas que pasan por la prohibición de realizar fuego, evitar pasar con el coche por determinadas zonas o los fuegos artificiales que estén a 400 metros de un parque forestal, hasta finales de septiembre
Las restricciones se mantienen este año solo para la temporada estival ya que las abundantes lluvias de marzo no han adelantado la sequía, uno de los mayores peligros para estos montes. Se elimina la posibilidad de hacer barbacoas, de cocinar con fuego en cualquiera de sus versiones y se activan las puetas de acceso, que en un principio se idearon para evitar aglomeraciones en las carreteras los días de nieve y en verano sirven para evitar el paso de los vehículos por las zonas forestales.
Javier Ramírez, guarda forestal del Parque de Sierra Espuña, asegura que la prohibición del uso de los fuegos artificiales se debe a que hay antecedentes de fiestas que han terminado provocando conatos de incendio.
La Unidad de Defensa contra Incendios Forestales, la UDIF, que este año cumple su décimo quinto aniversario está formada por 500 efectivos que trabajan en las brigadas forestales, unas brigadas que el año pasado tuvieron que intervenir en 117 incendios, de los cuales 105 se quedaron en un conato y tan solo 12 fueron incendios forestales, y es que según Ramírez los primeros minutos son cruciales para sofocar un fuego, por ello son tan importantes los 20 puntos de vigilancia que hay en la Región, que están en puntos estratégicos para controlar cualquier conato.
Para este guarda forestal del Parque de Sierra Espuña, los puntos de vigilancia son los ojos que dan la voz de alarma. Recuerda Ramírez que en los últimos años estamos asistiendo a incendios con mucha virulencia por la sequia de la zona, por lo que no hay que olvidar que un parque como Sierra Espuña con 18mi hectáreas tardaría sólo 12 horas en carbonizarse con un incendio voraz que quedara fuera de control.