Estaba ubicada en una localidad de Cartagena. Un padre y un hijo dirigían el grupo. El hijo es uno de los criminales más conocidos de los Balcanes. El padre era intermediario entre los Balcanes y Europa
La Policía Nacional ha desarticulado una célula del “Balkan Cartel”, una de las organizaciones criminales más activas del Este de Europa dedicada, al parecer, al cultivo masivo de marihuana en el Levante. Hay 10 personas detenidas en el marco de esta operación y los agentes han desmantelado tres plantaciones indoor de marihuana en las provincias de Alicante, Valencia y Murcia, donde se han intervenido cerca de 60 kilos de cogollos de marihuana listos para su distribución y alrededor de 1.500 plantas de cannabis. La plantación desmantelada en nuestra comunidad estaba ubicada en una diputación cartagenera, según ha podido saber Onda Regional, de hecho la agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Cartagena participaron en el operativo.
La investigación comenzó antes del verano de la mano de la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional que identificó a esta célula como una ramificación del denominado “Balkan Cartel”. A partir del tráfico de marihuana financiaban su estructura para organizar operaciones de mayor envergadura con la importación de cocaína.
Un padre y un hijo dirigían y coordinaban las actividades del grupo. El hijo es uno de los criminales más conocidos de los Balcanes, ya contaba con antecedentes por la importación ilícita de varias toneladas de cocaína desde Sudamérica. Su padre figuraba en archivos internacionales por su papel como intermediario en redes de tráfico de drogas entre los Balcanes y Europa Occidental.
Tras varios meses de investigación, los agentes localizaron cinco emplazamientos de los cuales los dos primeros funcionaban como centros de operaciones: una nave en Crevillente (Alicante) y una finca fortificada en Mogente (Valencia). Además, se identificaron tres emplazamientos más donde desarrollaban actividades ilícitas. A comienzos de este mismo mes localizaron la llegada desde Serbia de un cultivador especialista en este tipo de plantaciones, lo que hizo sospechar que la organización se disponía a iniciar una nueva cosecha.
Uno de los enclaves albergaba un laboratorio en fase de montaje pese a que ya producían cerca de 1.000 plantas. Los agentes se incautaron 56 kilos de cogollos de marihuana envasados y listos para su distribución, 4 vehículos, 17 teléfonos móviles, un inhibidor de frecuencia, documentación italiana falsa y otros efectos vinculados con el tráfico de drogas.