Un estudio del ICTA y la Universidad Autónoma de Barcelona alerta del riesgo de liberación de plomo y zinc acumulados por siglos de actividad minera
Fenómenos extremos vinculados al cambio climático, como las danas o los episodios de eutrofización, pueden agravar la contaminación por metales pesados en el Mar Menor. Un estudio del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) y la Universidad Autónoma de Barcelona advierte sobre el impacto futuro de las importantes acumulaciones de plomo y zinc que siglos de actividad minera han dejado en la laguna.
El trabajo, realizado por el ICTA y la Autónoma de Barcelona, se centra en la minería industrial desde el siglo XIX hasta los años noventa, la época con las mayores concentraciones de metales pesados en el Mar Menor. El estudio constata la presencia en los sedimentos de metales como plomo y zinc en cantidades que superan cientos de veces las consideradas aceptables, según explicó la investigadora Irene Alorda.
El estudio revela cómo la combinación de presiones derivadas de la actividad humana y el cambio climático puede agravar en el futuro esta contaminación y provocar que los metales pesados, hasta ahora inactivos, se liberen a la columna de agua, afectando a los seres vivos, la flora y la fauna del ecosistema.
Entre esas interacciones se encuentran, por ejemplo, las lluvias torrenciales. Danas como la última, de la que aún no se ha recuperado la Región de Murcia, ponen de manifiesto los riesgos de las concentraciones de metales tóxicos que siglos de minería han dejado en el Mar Menor.