Margarita Guerrero, titular del Instituto en el Ministerio de Juventud, afirma que la nueva ley será una herramienta útil contra una precariedad que ha llevado a casi la mitad de los jóvenes a trabajar sin contrato
 Acabar con los "falsos becarios" es uno de los objetivos de la ley del Estatuto de Personas en Formación Práctica no Laboral en el ámbito de la empresa, que este martes aprobará el Consejo de Ministros. La directora del Instituto de la Juventud considera que con esta norma se supera una deuda pendiente con los estudiantes.
Margarita Guerrero, titular del Instituto en el Ministerio de Juventud, afirma que la nueva ley será una herramienta útil contra una precariedad que ha llevado a casi la mitad de los jóvenes a trabajar sin contrato en sus primeras experiencias laborales.
Atajar el fraude será fundamental, y para ello aunarán fuerzas la Inspección de Trabajo y también el mismo Instituto de la Juventud. Es un texto nacido del acuerdo con los sindicatos más representativos, comenta Guerrero, que deja para los próximos meses un desarrollo más profundo del Estatuto del Becario y aspectos tales como la vigilancia y detección de malas prácticas laborales.
Las universidades siguen reclamando que se concrete quién asumirá los gastos de las prácticas del alumnado en las empresas. Desde ahora, las curriculares tendrán compensación económica, igual que las extracurriculares, que a su vez se reducen casi a la mitad.
Alicia Rubio Bañón es vicerrectora de Estudiantes en la Universidad de Murcia, y además es responsable del grupo de empleo de la sectorial de Estudiantes en la Conferencia de Rectores, que agrupa a todas las universidades españolas. Expresa el sentir favorable a la lucha contra el fraude, pero condicionado por las preocupaciones sobre las reticencias de las empresas para asumir gastos.
La profesora Rubio, que ha estudiado a fondo el borrador de la norma que aprobará el Consejo de Ministros, confía en que el trámite parlamentario lleve a un consenso y a la definición de aspectos necesarios para que se produzca la experiencia laboral del alumnado con la mayor seguridad posible.
Bañón pone como ejemplo de perjuicio la reducción a 450 horas extracurriculares durante todo el grado universitario, que disminuyen notablemente la posibilidad de aprendizaje laboral para quienes estudian en la Universidad de Murcia.