El presidente del Consejo Regulador de Jumilla, Silvano García, asegura que vienen de tres años de sequía muy duros en los que la producción de la Denominación de Origen Protegida el pasado año fue la más baja
Las tormentas de granizo de estos días afectaron en el Altiplano a una superficie de viñedo cercana a las 5.000 hectáreas en los términos municipales de Jumilla y Hellín.
Durante el pasado año se vendieron 21 millones y medio de botellas de vino de las 41 bodegas que forman parte del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jumilla. El 38% de la producción va destinada al mercado nacional y el resto se vende en otros países. Silvano García, presidente del Consejo Regulador espera que los últimos episodios meteorológicos no afecten a la producción de este año.
El pasado año la producción de la Denominación de Origen fue la más baja de la historia por la falta de recursos hídricos y eso supone pérdida de rentabilidad en el primer eslabón de la cadena que son los productores explica García
El viñedo, defiende el presidente del Consejo Regulador, no es sólo productor de vino, es un elemento más del paisaje mediterráneo que no hace un consumo intensivo de agua y da valor al turismo.
Las bodegas de Jumilla trabajan, explica García, en adaptarse a los gustos de los mercados y están incrementando paulatinamente la producción de vinos blancos, aún siendo muy distintos del vino tinto que produce la uva monastrell, característica de la zona, para satisfacer las demandas de los consumidores.