El IEO detecta una “cierta estabilización” en la laguna litoral tras las perturbaciones de julio
El Mar Menor tiende a estabilizarse tras las perturbaciones sufridas durante el mes de julio, pese a los elevados niveles de turbidez y clorofila más propios de la "sopa verde".
El último informe del IEO sobre el Mar Menor apunta a que las condiciones ambientales de la laguna salada tienden a una "cierta estabilización" tras las perturbaciones sufridas desde la primera semana de julio por la ola de calor de junio junto a la elevada disponibilidad de nutrientes.
No hay incidencia por las lluvias de finales de julio y, explican desde el Instituto Español de Oceanografía, que la bajada de las temperaturas ayudó a amortiguar el "nivel de estrés ambiental".
El documento, que analiza datos entre el 1 y el 11 de agosto, destaca que los valores de clorofila y turbidez siguen siendo elevados respecto a los registrados en los últimos años, y que son más propios de periodos de aguas turbias como los registrados en años anteriores.
Los valores de oxígeno, concluyen, son "óptimos" y nada indica que exista un riesgo inminente de situaciones de hipoxia o anoxia que puedan revertir en un nuevo episodio crítico para la integridad y estado del ecosistema lagunar.