Expertos en geotecnia explican que la saturación del terreno tras las lluvias puede provocar movimientos del suelo y fugas en las canalizaciones. Si sube o baja mucho el nivel freático el terreno pierde resistencia
Los especialistas en estudios geotécnicos que trabajan en proyectos de ingeniería que diseñan grandes canalizaciones como la que ha resultado afectada en El Mirador, apuntan que una de las causas que también puede darse en la rotura de la conducción es la elevación del nivel freático, estos días a rebosar en la zona del Mar Menor, tras las lluvias.
Como parte del proyecto de una canalización de aguas, analizan el tipo de terreno y aprovechamiento antes de realizar la excavación. La normativa es clara, asegura Jesús Tebán, gerente de la empresa de Singeoteb. Se comprueba la estabilidad de los taludes para garantizar la seguridad de la zanja en la que está incrustada la canalización y se maneja información del nivel freático. " El problema en estos casos es que si sube o baja mucho el freático y se inunda, al final el terreno sufre movimientos y pierde resistencia".
Las zonas inundables vienen recogidas en el proyecto de manera que a la hora de trabajar los ingenieros saben en qué zonas deben tener especial atención con las impermeabilizaciones "Una conducción de gran envergadura lo que hacemos, a parte de una caracterización del terreno de la geología, también se comprueba si hay zonas inundables con los mapas de la zona", asegura Tebán.
El episodio de lluvias intensas hace que el freático se eleve y que el terreno pueda asentarse generando posibles grietas en las juntas de la canalización, aunque según Mancomunidad de Canales del Taibilla los problemas vienen deribados de una gran filtración de lodo en la instalación por las escorrentías. "Si el terreno asienta, aunque sean pocos centímetros que a simple vista no se aprecien, pero en un empalme de una conducción estos centímetros pueden soltar las tuberías o tener una fuga, algo que pasa en algunos terrenos", confirma el gerente de la empresa Singeoteb