El solar privado no exime al Ayuntamiento de su responsabilidad, según expertos en seguridad
El presidente de la Asociación Industrial de Feriantes Autónomos de la Región de Murcia, Manuel Cañadillas, nos ha explicado cuál es el procedimiento que los propietarios de una atracción como la que provocó el siniestro en Alquerías deben seguir para instalarse, y queda claro, en su opinión, que el Ayuntamiento de Murcia y el alcalde pedáneo no pueden escudarse en un supuesto desconocimiento ni en el hecho de que la atracción estuviera ubicada sobre un solar particular.
El trámite, nos dice Cañadillas, es bastante sencillo y no importa demasiado que la organización de la feria corra por cuenta del Ayuntamiento o de una comisión de fiestas que actúa por delegación de la Junta Vecinal: esto es lo que él mismo tendrá que hacer para instalarse la semana que viene en las fiestas de Guadalupe.
Habrá que preguntar al pedáneo y al Ayuntamiento de Murcia, que es plenamente consciente de que las fiestas que financia con el presupuesto municipal siempre llevan aparejada la colocación de algún tipo de atracción. Cañadillas dice tener la sensación de que en el caso de Alquerías, algo no se ha hecho bien y que ahora nadie quiere asumir su responsabilidad.
Todo esto, sin quitar la responsabilidad que pueda tener el feriante propietario de la atracción. Los técnicos determinarán qué ha pasado en este caso concreto, pero Cañadillas defiende a los profesionales de su sector e incluso anuncia acciones legales contra quienes están lanzando acusaciones generalizadas en redes sociales contra los feriantes.
Hay un aspecto concreto de las explicaciones que el alcalde pedáneo ha dado tras el accidente que a Cañadillas le llama poderosamente la atención: que el solar en el que estaba instalada la atracción sea particular es, en su opinión, una cuestión menos relevante que el hecho de que ese mismo solar sea el que ha venido acogiendo la feria local desde hace décadas.
Sobre este particular, otra opinión acreditada, la de Manuel Miranda, experto en seguridad de ferias y presidente de la Asociación que agrupa a las empresas de todo el país especialistas en control técnico y de calidad en la edificación. Miranda deja claro que el hecho de que la atracción estuviera en un terreno privado no exime al Ayuntamiento de Murcia de la obligación de inspeccionarla y garantizar su seguridad, como ocurre con cualquier actividad económica. Haciendo una mención implícita al incendio de las discotecas de Atalayas, Miranda sugiere que precisamente el Ayuntamiento de Murcia debería tener muy clara esta cuestión.