La estrategia política de señalar con miedo a las personas de origen migrante puede abrir fracturas entre vecinas y vecinos, según señalan expertos de la sociología
La estrategia política de señalar con miedo a las personas de origen migrante puede originar problemas de convivencia y abrir fracturas entre vecinas y vecinos, según señalan expertos de la sociología.
El análisis del escenario que pintan cuestiones como la violencia en Torre Pacheco o el intento de prohibir celebraciones religiosas en Jumilla es un aviso sobre la fragilidad de la coexistencia, nos dice Miguel Ángel Sánchez, profesor en la Universidad de Murcia.
Históricamente, nuestros pueblos muestran una coexistencia pacífica entre distintas nacionalidades y etnias. Sánchez reconoce que en muchos casos no ha habido mezcla o interacción, pero el respeto ha sido lo habitual.
Pero eso ha ocurrido hasta ahora, matiza el sociólogo, porque existe una estrategia política que distorsiona la imagen de la vecindad según su apariencia o sus creencias, como si fuera una amenaza.
Finalmente, se está poniendo el foco sobre una etnia, un pueblo determinado, para negar su acceso democrático en igualdad de condiciones, según el análisis que el profesor Miguel Ángel Sánchez hace de los efectos que los pactos políticos entre Vox y Partido Popular están generando.