El gobierno birmano en el exilio tras el golpe de estado decreta un alto el fuego para facilitar tareas de rescate. Los que ostentan el poder aceptan ayuda internacional solo de aliados
Un seísmo de magnitud 5,1 ha vuelto a sacudir la segunda ciudad más grande de Birmania: Mandalay, en el centro del país. Se trata de una nueva réplica del terremoto del viernes. El Servicio Geológico de Estados Unidos ha identificado el temblor con un epicentro a 28 kilómetros al noroeste de la ciudad. De momento no hay constancia de víctimas o daños materiales por esta nueva sacudida.
Varios países como Reino Unidos, Rusia, China, India, Japón o Vietnam van a mandar de personal especializado en rescates y ayuda para los afectados por el terremoto de Birmania. La Unión Europea ha anunciado 2,5 millones de euros en ayuda.
Al menos 1.600 personas han muerto, según el último balance, aún provisional. El número de heridos ha alcanzado los 3.408 y 139 personas siguen desparecidas. Hay incluso una probabilidad del 35 por ciento de que el número de muertos esté entre 10.000 y 100.000 personas, según el modelo de pronóstico del Servicio Geológico de Estados Unidos.
El Gobierno Unidad Nacional birmano, las autoridades exiliadas tras el golpe de estado militar de 2021, ha anunciado que sus Fuerzas de Defensa comenzarán un alto el fuego unilateral, a partir de hoy, de dos semanas de duración para facilitar las tareas de salvamento y ayuda. En la nota, aluden a sus dos extensiones armadas dentro del país, la Fuerza de Defensa Popular y la Organización para la Defensa del Pueblo, instándoles a suspender sus acciones en las zonas afectadas y en "los distritos relacionados".
El Gobierno de Unidad Nacional declaró en septiembre de 2021 desde el exilio "una guerra defensiva popular" contra la junta militar y pidió a los ciudadanos "de todos los rincones del país" que se rebelaran contra los golpistas que tomaron el poder, lo que ha derivado en una guerra civil en un país cuya realidad se ha visto notablemente agravada tras el terremoto.
Extienden una petición al resto de "grupos étnicos y ciudadanos, así como a otras fuerzas revolucionarias para que cooperen a la hora de brindar asistencia integral de rescate y socorro de emergencia a las víctimas del terremoto".