El coordinador del encuentro asegura que la DANA en Valencia ha aumentado la preocupación social, lo que podría darles visibilidad
Un grupo de expertos internacionales, reunidos ayer en la Universidad de Castilla-La Mancha, ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar los modelos matemáticos que se utilizan para predecir lluvias intensas, porque los actuales están lejos de ofrecer la información necesaria. El desarrollo de algoritmos "más afinados" debería ser una prioridad, dicen, para mejorar la respuesta ante fenómenos que el cambio climático ya está convirtiendo en más intensos y frecuentes.
El catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha Francisco Javier Tapiador, coordinador del encuentro, nos ha contado que, a día de hoy, los sistemas de predicción son capaces de anticipar que la intensidad de la lluvia se mantendrá dentro de una determinada franja y que afectará a un área geográfica de cierta extensión. Pero los modelos no pueden afinar más: "No podemos predecir cuánto y dónde va a llover", señala Tapiador.
No es una tarea sencilla; hay que mejorar los sistemas de observación para que los datos a partir de los cuales se elaboran las predicciones sean más exactos y aporten más información. También hay que desarrollar algoritmos con variables más ajustadas para anticipar con más fidelidad el comportamiento de las nubes. Son modelos matemáticos que exigen una enorme capacidad de cálculo que solo pueden aportar los superordenadores.
Tapiador cree que la catástrofe producida por la DANA de Valencia ha provocado una preocupación social que puede dar visibilidad al trabajo que estos científicos llevan muchos años desarrollando. Pero hace falta seguir invirtiendo en investigación porque la capacidad para anticipar fenómenos de especial intensidad puede ser ahora más decisiva que nunca, vistos los efectos del cambio climático.