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Inmenso rastro de destrucción material difícilmente cuantificable

Cinco meses estuvo trabajando la Unidad Militar de Emergencias en la zona, pero el desamparo fue la sensación más extendida durante mucho tiempo después de la emergencia, mitigada por la solidaridad de los voluntarios

ISABEL GONZÁLEZ
29 OCT 2025 - 13:41
Inmenso rastro de destrucción material difícilmente cuantificable
Inundación en el entorno de Valencia. A PUNT
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Inmenso rastro de destrucción material difícilmente cuantificable
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Además de la trágica cifra de muertos, la Dana dejó otro rastro de destrucción material difícilmente cuantificable. Sí se sabe que hubo 2.700 heridos, que 100.000 personas recibieron atención sanitaria en días posteriores. Más de 11.000 edificios resultaron afectados, 300 demolidos,140.000 turismos destrozados... A día de hoy, 700 ascensores siguen sin reparar y hay 80.000 personas que sufren de estrés postraumático.

La rabia y desconfianza institucional surgieron de manera inmediata pero fue creciendo con el paso de los días, ni mucho menos fáciles. Cinco meses estuvo trabajando la unidad militar de emergencias en la zona, pero el desamparo fue la sensación más extendida durante demasiado tiempo, aunque se gestó el inmediato fin de semana, una oleada de solidaridad. Armados con cubos, palas, escobas, decenas de miles de jóvenes prestaron su ánimo, su trabajo y sus abrazos. Otros recogieron y repartieron ropa, productos de limpieza y alimentos.

Lo no cuantificable es el daño psicológico que muchos padecen y que hoy se agudiza. El profesor de Psicología de la Universidad Europea de Valencia, Jesús Linares, contaba en Onda Regional como quedan duelos por cerrar. "Según se va acercando ese momento comienzan a sentir hipervigilancia, estrés o ansiedad o esa rabia, frustración o indignación que hubo en torno al manejo de todo lo que tenía que ver con los recursos y atenciones. La población general se solidariza con ellos, con esa memoria colectiva sin olvidar y tener un sentimiento de comunidad". 

Los niños preocupan especialmente y muestran gran sensibilidad ante fenómenos meteorológicos. Pero hay un gran número de personas que todavía tienen que afrontar un proceso de reconstrucción interior. Según Jesús Linares "la reconstrucción interior y psicológica aún está abierta. Realmente solo han pasado 12 meses, eventos como el funeral de Estado son momentos que ayudan a que estas personas se sientan valoradas, que siguen importando". 

Hoy puede ser un buen día para ello.

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