La eurodiputada de Podemos denuncia el “primer gran recorte encubierto” del Ejecutivo por su apuesta armamentística
La eurodiputada de Podemos Irene Montero está este martes en Murcia, participando en un acto de cara a las primarias de las que saldrá la nueva dirección nacional de la formación morada. Montero es la número dos de la candidatura Orgullosamente Podemos, que encabeza la actual secretaria general Ione Belarra; pero, en estos últimos días, su nombre ha cobrado especial notoriedad al haber sido señalada por la propia Belarra como cabeza de cartel para las próximas elecciones generales.
La idea es que Irene Montero lidere una lista a la que se pretende atraer a otras formaciones a la izquierda del PSOE. Esta tarde se le ha preguntado por la posibilidad de un adelanto electoral y su respuesta ha sido que hay que estar preparados para cualquier escenario, pero que lo de menos es el momento: a su juicio, las decisiones del actual Gobierno de España están abriendo la puerta a un triunfo de la derecha. "En mi opinión, si la progresía sigue actuando como guardiana de un Gobierno y de un sistema que no funciona, da igual cuando convoque las elecciones, le están abriendo la puerta y poniendo una alfombra roja a un Gobierno de las derechas", ha señalado Montero.
Cuando se le ha planteado si también hace responsable de esas decisiones a Sumar, socio de Gobierno del ejecutivo, su respuesta ha sido tan corta como contundente: "Es que en este Gobierno, solamente manda Sánchez".
Montero ha criticado además que el plan estatal para responder a los aranceles de EE. UU. a la UE, estimados en 14.000 millones de euros, incluye 5.000 millones de los fondos europeos de recuperación, transformación y resiliencia que estaban destinados a la lucha contra la emergencia climática y a la transición energética. La eurodiputada de Podemos ha manifestado que le preocupa enormemente que el Gobierno de Pedro Sánchez haya decidido deslizar esos 5.000 millones de euros para financiar la transformación de empresas civiles en empresas vinculadas al ámbito de la defensa. Es, sostiene, el primer gran recorte encubierto provocado por la apuesta armamentística del Ejecutivo.
