Así lo concluye una investigación de la economista Myriam Rodríguez Pasquín, profesora de la Universidad de Murcia, cuya investigación se conoció en el I Congreso de Desigualdad y Exclusión Digital
El desequilibrio tecnológico, analizado con perspectiva de género, revela que Murcia es la autonomía donde las mujeres sufren más discriminación respecto a los varones. Así lo concluye una investigación de la economista Myriam Rodríguez Pasquín, profesora de la Universidad de Murcia, que evidencia una brecha de género en el uso digital cotidiano.
Rodríguez Pasquín distingue tres grupos de población:
quienes poseen competencias avanzadas,
quienes tienen competencias básicas,
y quienes se encuentran en zona de exclusión digital, vinculada ya a la exclusión social y económica.
La desagregación por sexos muestra una situación más favorable para las mujeres jóvenes, aunque la diferencia aumenta en generaciones mayores.
La investigación, que la profesora compartió en el I Congreso Internacional de Desigualdad y Exclusión Digital (Observatorio de Exclusión de la Universidad de Murcia) se basa en indicadores de la Unión Europea y en datos de la Encuesta sobre el uso de las TIC en los hogares del Instituto Nacional de Estadística, que clasifican a la población según niveles en información y comunicación, dimensiones de los problemas, contenidos y ciberseguridad.
Según Rodríguez Pasquín, los datos europeos reflejan una España muy masculinizada en el ámbito TIC, con una presencia femenina que apenas alcanza el 20 %.
La Unión Europea establece que, para 2030, el 80 % de la población debería tener al menos competencias digitales básicas.
Contrariamente a lo que podría pensarse, la renta no es un factor determinante en la brecha digital de género. Países con economías avanzadas como Alemania o Países Bajos mantienen una gran brecha, mientras que en Bulgaria es mucho menor, lo que evidencia cómo el legado histórico influye en la igualdad entre hombres y mujeres.
